19.12.11

Cascabel

-¡Ah, muchachito, muchachito, cómo me gusta oír tu risa!
-Mi regalo será ése precisamente, será como el agua...
-¿Qué quieres decir?
La gente tiene estrellas que no son las mismas. Para los que viajan, las estrellas son guías; para otros sólo son pequeñas lucecítas. Para los sabios las estrellas son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas se callan. Tú tendrás estrellas como nadie ha tenido...
-¿Qué quieres decir? -Cuando por las noches mires al cielo, al pensar que en una de aquellas estrellas estoy yo riendo, será para ti como si todas las estrellas riesen. ¡Tú sólo tendrás estrellas que saben reír!

Y rió nuevamente.

-Cuando te hayas consolado (siempre se consuela uno) estarás contento de haberme conocido. Serás mi amigo y tendrás ganas de reír conmigo. Algunas veces abrirás tu ventana sólo por placer y tus amigos quedarán asombrados de verte reír mirando al cielo. Tú les explicarás: "Las estrellas me hacen reír siempre". Ellos te creerán loco. Y yo te habré jugado una mala pasada...

Y se rió otra vez.

-Será como si en vez de estrellas, te hubiese dado multitud de cascabelitos que saben reír...
Libro: El principito (Saint Exupery)

Volver a creer

Han tenido que pasar casi una treintena de años para volver a mirarnos a los ojos y vernos. Cuántas veces estuve en tus rodillas estos años, cuántas veces puse en tus brazos lo mejor de mi vida, cuántas veces envidié a tus incondicionales, cuántas veces me hice pasar por ti para ver la ilusión brillar en los ojos
Cuántas cosas tuvieron que pasar hasta llegar a aquel momento… Entre aquel montón de cajas envueltas en brillantes papeles, me dejaste el mejor regalo que me podíais hacer: a creer en vosotros,…
Gracias. Nos vemos  el próximo cinco.

12.12.11

Dime hacia dónde se inclina la balanza

y te diré cómo de  viejo eres ....


Dicen que la vejez empieza cuando los recuerdos pesan más que las esperanzas, cuando los colores dejan paso a los tonos grises y pardos, y los viajes siempre tienen billete de vuelta.
Bajo las arrugas y las canas fluye, en muchos casos, un espiritu inquieto que, sin correr, sigue caminando saboreando cada paso, viviendo cada día como si fuese el penúltimo,... porque como dicen estos sabios con artrosis y reumas, ellos por ley de vida se irán antes... y nos dejarán el listón bien alto, añadiría yo...
Bienaventurados aquellos que no pierden la ilusión,...

14.11.11

¿qué es el tiempo?

Pero, ¿qué es el tiempo? Materia informe, eso es lo que es el tiempo, un espectro que se hincha y se encoge, que se comprime y se volatiliza, que avanza y se detiene, algo que aparentemente  puede dividirse en segundos y minutos , en horas y días, pero qué  distinta es su totalidad frente al detalle de sus fracciones. ¿quién es el tiempo? Engañosa columna de humo, decepcionante medicamento  es el tiempo, torrente de llanto contenido, aluvión de piedras es el tiempo, continua lapidación, astuto impostor es el tiempo, ilusionista estafador, atrevido bandolero, ¿qué más puedo decir del tiempo?, ¿qué cada  día que pasa me roba otro más de mis bienes? , como la bendición de la rutina, eso tan simple que se da por sentado, la sencillez de los días que se repiten  una y otra vez como la oración, el encanto de las pesadas noches cuajadas de sueño como la tierra  negra y fértil, la piedad ante cualquier  duda,..


Libro: Las ruinas del amor de Tsruyá Shalev

19.9.11

Nadie puede dejar de ser quien es...

[…]

            —Llegamos demasiado tarde a la vida de los hombres que amamos. ¿Cómo podemos saber qué hicieron antes de conocernos?—razonaba ella.

            Mi madre decía que las mujeres se equivocaban al creer que podían enseñar a los hombres a empezar junto a ellas una nueva vida. Esto no era posible, porque nadie podía separarse de su pasado.

[…]

 Morimos en las palabras que no llegamos a pronunciar, morimos en la tristeza de los que pierden la vida esperándolas. Las palabras que habrían podido ayudarles, y que no llegamos a pronunciar nunca, son el único pecado que no nos será perdonado.

[…]

 Ninguna vida se basta a sí    misma, y   necesitamos las vidas y los sueños de los demás para completarnos.

[…]

  me dijo algo que no he olvidado, que deberíamos aprender a mirar las cosas con unos ojos así, los ojos con que las mirarían los muertos que amamos si pudieran volver al mundo.

[…]

 Me di cuenta de que estaba sola y necesitaba de aquello para seguir viviendo, pues no podemos vivir sin esperanza. Llaman a la puerta, y corremos a abrirla; escuchamos el sonido del teléfono y lo descolgamos llenos de ansiedad.

 

            Siempre confiamos en que alguien nos hable, que vengan a visitarnos los que nos gustan.

[…]

 Creo que fue la primera vez que sentí el peso de todo lo que se transforma en pasado, de lo que se va de tus manos y sabes que no volverás a tener.

[…]

  La vida era un río y nosotros íbamos en una barca quela corriente se llevaba. No podía detenerse, no podíamos hacerla regresar.

[…]

            —No conocemos a nadie, y mucho menos a las personas que amamos —decía mi madre—. El amor nos hace pensar que son como nosotras queremos, pero esto no es cierto. Es el miedo a la soledad lo que nos confunde.

            No nos cansamos de que nos hablen de los que amamos, no nos cansamos de escuchar lo que nos cuentan de ellos, aunque sepamos que son mentiras.  

[…]

  ¡Qué fácilmente olvidan los niños! Alguien se ahorca en un árbol y, unos días después, ya andan subidos a sus ramas ajenos a la desgracia. Son ellos los que ofrecen a la vidala inocencia y el olvido que precisa para continuar. Y eso hacías tú conmigo. No te separabas ni un momento de mí y me ayudabas a sobrellevar mis penas. Pero no puedes ni imaginarte lo rápido que crecen los niños. Los tienes contigo y un buen día, cuando vas a darles el beso de cada noche, descubres que hay un muchacho o una muchacha en su cama.

[…]

Eso fue lo que me dijo: que el amor era tener las manos vacías.
 
Libro: La carta cerrada  (Gustavo Martin Garzo)

12.8.11

los recuerdos no se venden


[...] Es curioso cómo las personas enmarcan su vida, los puntos de referencia que eligen para decidir qué momento es más importante que cualquier otro. Pues la vida está hecha de ellos. Me gusta pensar que los mejores están en mi mente, que fluyen con mi sangre en su propio banco de memoria para que no los vea nadie más que yo.


[...] Nadie es feliz siempre,.. Pero ¿qué pasa si no eres feliz nunca?

[...]
—Pero no entiendo por qué ni cómo ni...
—¿Qué os pasa a la gente hoy en día? —dice entre dientes.- En mis tiempos, las cosas simplemente eran .No nos poníamos a analizarlas cien veces. Nada de cursos universitarios donde la gente se licencia en «porqués» y «cómos». A veces, sólo tienes que olvidar esas palabras y matricularte en una asignatura menor que se llama «gracias».

Libro: Recuerdos prestados (Cecelia Ahern)

2.8.11

una farola en la que apoyarse


[...] Recuerdo que una vez te dije que estabas entre el vaivén de las olas esperando que una de ellas te llevara a tierra firme para dejar de ahogarte. Yo me siento ahora igual, y aunque creía que el ser humano tiene la fuerza necesaria para nadar hasta encontrar un tronco donde agarrarse o flotar para no desfallecer, mis fuerzas ahora se debilitan. Estoy entumecida por el agua, por el frío, ya no puedo moverme, me siento paralizada, entre otras cosas porque nada depende de mí, nada. No sé de dónde sacar esa fuerza que hasta ahora me caracterizaba y me limito a dejar que los acontecimientos me lleven allá a donde quieran llevarme.
[...] La farola, ¿recuerdas? Hay que cerrar capítulos, terminarlos de leer, digerirlos, para así poder terminar el libro y colocarlo en la estantería. Más adelante, en su momento, podemos empezar otra historia. Pero sólo habiendo elaborado la historia anterior podemos construir una nueva.
[...]  Tapaba las heridas con un buen trozo de esparadrapo, sin curarlas, esperando que el tiempo las cerrara, ignorante de que un buen día ese esparadrapo dejaría de servir y las destaparía, dejándolas de nuevo al aire libre, en carne viva, porque es eso precisamente lo que necesitan las heridas, que se aireen, que la persona sea consciente de que están ahí y que hay que curarlas con mimo para que cicatricen, nunca ignorarlas.
[...] Como dices tú, todo pasa y, en realidad, nunca pasa nada.
[...] Sólo hay tres posturas en la vida: huir, ser espectador y comprometerse


Libro: "A solas" de  Silvia Díez y Araceli Gutiérrez

13.7.11

Hay lugares

Hay lugares de los que uno nunca se acaba de ir, a los que uno regresa una y otra vez, como si esperase encontrar en una de esas visitas recurrentes, algo que ha perdido, que no acaba de encontrar...

Hay lugares que van con uno mismo, allí donde uno vaya, sin importar los kilómetros y el tiempo, a los que uno regresa con la memoria  (y con los pies) para reencontrarse con uno mismo y sus momentos, ...

Hay lugares que son la banda sonora de nuestra vida,  los colores de nuestro horizonte, la mantita de colores donde cobijarnos...



12.7.11

Acompañando al río Lobos

Dicen que uno no puede visitar esta provincia sin detenerse al menos unos instantes en este parque natural y recrear la vista en este cañón de origen kárstico que durante más de veinte kilómetros el río Lobos ha ido erosionando a lo largo de los años.


Unos os hablarán de su valor medioambiental, de sus paredes calizas de más de doscientos metros de altura, de las bellas y caprichosas formas que la erosión ha ido dando forma, de sus simas y cuevas, de los bosques de sabina albar o enebro y de pino pudio, del quejigo o la encina, del tomillo y el espliego, de los chopos y los nenufares, de los buitres leonados, de las aguilas y de otras rapaces...




Otros os harán participes de su contenido exoterico, de la ermita de San Bartolomé que formó parte del monásterio templario de San Juan del Otero, de sus elementos artisticos y de la simbologia de sus canecillos y su rosetón...





7.7.11

siempre hay

… siempre hay un momento en el que te das cuenta de que, si no lo has sido ya, ya no podrás ser nunca feliz en la vida. Ése es el momento en que ves la cabeza de la serpiente asomar en forma de accidente o de hospital o marido o a lo mejor sólo de habitación vacía,… (Volver al mundo, J.A.González Sainz)

 

Al menos hay un momento en la vida, en el que uno busca las siete diferencias entre lo que uno es y lo que uno quisiera haber sido. Llámenlo crisis de los treinta o de los cuarenta, balance existencial, o cualquier otro eufemismo que no deja de nombrar ese momento de reflexión en el que uno intenta encontrar los cabos sueltos de su vida e intentar sujetarlos.  Es poner música y letra a un runrún que empieza bajito e intermitente pero que acaba haciéndose continuo e insoportable. Es descubrir lo efímero de las cosas, la tristeza de los caminos   no transitados, la angustia de sentir que hay un tiempo que ya no volverá. Es masticar la realidad más amarga, y aguantar las nauseas que producen los momentos perdidos, y tragar... Tragar para poder seguir, para acallar ese pepito grillo que nos recuerda cada oportunidad no aprovechada, cada elección errónea, cada si que tuvo que ser no, cada grito injustamente callado…

Hay veces que el silencio se hace más evidente y permite escuchar el tictac de ese reloj que cuenta hacia atrás… y uno se siente más perdido que nunca…

16.6.11

Siempre...

Búscame cuando no me halles asomada al balcón de tu mirada, cuando el día gris te robe el brillo de los ojos.  Llámame cuando veas que me alejo y me desdibujo en el horizonte. Sígueme sin miedo aunque el camino se empine y   la noche empiece a caer. Déjate seducirte por mis palabras tiernas y mis gestos provocadores. Acompáñame como si fuésemos dos adolescentes descubriendo el mundo. Abrázame hasta estrujarme y dejarme sin aliento, hasta que se desvanezcan los límites del tú y del yo.

Invéntame cuando no me encuentres. Vísteme de colores vivos y formas sinuosas, con transparencias y blondas de fantasía.  Déjame que sea tu sombra, que guíe tus pasos, que juegue con tu sonrisa.

Búscame cuando te sientas perdido, abandonado a tu suerte, solo, apático, triste…Yo siempre te estaré esperando, en la siguiente esquina, en el próximo amanecer, en la sonrisa de un rostro no necesariamente conocido….
Fdo. Tu ilusión

2.6.11

Ni te la imaginas…

De laguna en laguna y tiro porque me toca...
28-05-2011



El cielo está azul, los montes
sin nieve son de violeta. 




Ya están las zarzas floridas

y los ciruelos blanquean;
ya las abejas doradas
liban para sus colmenas,
y en los nidos, que coronan
las torres de las iglesias,
asoman los garabatos
ganchudos de las cigüeñas.


Llegaron los asesinos
hasta la Laguna Negra,
agua transparente y muda
que enorme muro de piedra,
donde los buitres anidan
y el eco duerme, rodea;
agua clara donde beben
las águilas de la sierra,
donde el jabalí del monte
y el ciervo y el corzo abrevan;
agua pura y silenciosa
que copia cosas eternas;
agua impasible que guarda
en su seno las estrellas.


Una senda enlosada, entre pinos, hayas y helechos nos guia hasta una Laguna Negra. 1.780m de altitud. Enclavada en la sierra de Urbión, está rodeada de un muro de oscuras rocas grises que se reflejan en el agua cristalina.

Un lugar mágico que cambia de color en cada estación. Verde, inmensamente verde en verano.  Vestida de blanco se engalanan en invierno.

 Los tonos rojizos y ocres se asoman en otoño.
En primavera, los tonos amarillos se mezclan con los verdes…












Los fuertes pinos del bosque
con sus copas gigantescas
y sus desnudas raíces
amarradas a las piedras;
los de troncos plateados
cuyas frondas azulean,
pinos jóvenes; los viejos,
cubiertos de blanca lepra,
musgos y líquenes canos
que el grueso tronco rodean,
colman el valle y se pierden
rebasando ambas laderas


Cuenta la leyenda que bajo las aguas profundas de la laguna yace Alvargonzález, a quien mataron sus avariciosos hijos  para heredar, arrojándolo a la laguna negra con una piedra atada a sus pies…


La tierra de Alvargonzález
se colmará de riqueza,
y el que la tierra ha labrado
no duerme bajo la tierra.

Cáscada Laguna Negra



Entre praderas de hierba, una senda nos lleva por el collado de Majada Rubia donde los caballos y las vacas pastan





Más allá, cuando el camino se empina, a la derecha dejamos el risco Zorraquin (o Zurraquin como viene en algunos sitios). Resultan curiosas las formaciones rocosas de ese lugar. Parecen dientes afilados, o losas verticales tipo cementerio, .. pero lo dejamos para otra ocasión.



 Más allá otra pequeña subida es el telón de la laguna Larga…


 Los neveros siguen recorriendo las cimas de las montañas, resistiéndosen a desaparecer… Estamos en la recta final de ese ascenso que nos llevará primero a pisar nieve y despues a mostrarnos el pico de Urbión al alcance de la mano.


La cruz de hierro y la inmensa piedra del Elefante son el preámbulo a una senda que entre rocas nos lleva hacia el Urbión. 2.226m, vértice entre ríos y comarcas.

A su espalda, la Rioja; de frente, Soria. A los pies del pico emanan aguas de ambas vertientes, hacia el Ebro desciende el río Urbión y hacia la meseta castellana descienden los ríos Revinuesa y Duero. De ahí el porqué de su nombre; "Urbión" significa "ambas aguas". En la base, podemos ver la laguna de Urbión, y las montañas riojanas teñidas de amarillos y verdes.




Laguna Urbión




A Urbión se llega por varias rutas, a pie o en coche. 
 

Apenas unos metros más abajo, a los mismos pies del pico, podemos ver el nacimiento del río Duero, que emprende su camino hacia Duruelo, salvando 800m de desnivel en apenas 26km. El escudo de Duruelo muestra el abrazo de dos ríos, el Duero y el Triguera, mientras el nombre supone el primer juego del «Duero niño recién nacido». Porque Duerillo es lo que significa Duruelo, según esclareció Unamuno.



Ni más arriba
 
Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.



ni más abajo.. aquí nace el Duero


Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.













Dejando nuestra espalda el Urbión comenzamos el regreso, primero a través de una pista forestal y después por una senda que nos llevó  hasta la Laguna Helada y después hasta la Laguna Negra...



Pequeñas lagunas nos acompañaron esta ruta circular ...








¡Padre!, gritaron; al fondo
de la laguna serena
cayeron, y el eco ¡padre!
repitió de peña en peña.


¡¡ Hasta la próxima !!


Mapa de rutas
 Poemas de Gerardo Diego y Antonio Machado.