23.7.12

A+

Pensé que  iba a ser un cierre temporal,  que llegaría un momento en el que recobrase la ilusión con la que nació este rincón, pero cada vez lo veo más lejano…
Recuerdo que hace mucho tiempo leí un post sobre esos blog,  huérfanos, que quedan abandonados a su suerte, y que hace que los que llegan ahí se hagan preguntas sin obtener respuesta…  Yo nunca quise eso para mis ideas.  
La ventaja de irse uno conscientemente, es que uno tiene  la oportunidad de decidir cómo se va.  Y aunque la idea de irme en silencio siempre me ha seducido, creo que no sería justo.  
Disculpadme, pero necesito irme, cerrar puertas, dejar de dar vueltas en círculo.  Necesito reencontrarme, empaparme de vida, de ilusiones, de sueños, aunque aún no sepa muy bien cómo se consigue eso… 
Gracias a todos los que  de una manera u otra habéis participado de este sueño…
Os llevo conmigo. Sed felices. A+

30.5.12

No queda nada...

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

José Hierro

11.5.12

Derrumbes y mentiras

Los desfiladeros son heridas cicatrizadas en la piel, pliegues de esta epidermis que va envejeciendo lentamente, pequeños pasos que se abren al toque de una barita mágica… Son lugares de paso, de transición entre el ahora y el después, entre un sitio y el siguiente… Todo parece encadenado, todo parece ser un eslabón de algo, como series de variaciones con repetición indefinida…

Incesantemente, todo gira hasta que algo hace que las cosas se paren. Son derrumbes que hacen que nos detengamos, que miremos de frente y busquemos alternativas…

Tirando del hilo, se acaba deshaciendo la madeja, las farsas se acaban descubriendo y uno no puede dejar de preguntarse por esas mentiras que por mucho que se repitan, nunca dejarán de serlo; por todo ese despliegue de charlatanería barata con el que une se viste sin importarnos que al de en frente le gustaría ver el color de nuestra piel… Mentir no es un juego de disfraces, sino derrumbes que acaban alejando a los que se nos acercan…

La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía.
Proverbio árabe

8.5.12

Caminando

Camino mientras pienso por todas esas veredas que el tiempo se empeña en borrar, por todos esos lugares que nadie transita y que las zarzas se empeñan en engullir, por todos esos momentos que mueren porque ya nadie les recuerda…


Pienso mientras escribo, en esos posos que las circunstancias van dejando en nosotros, en cómo vamos tiñendo los cristales a través de los cuales miramos el mundo, en lastre que arrastramos según avanzamos

Escribo mientras reflexiono, intentado ordenar las piezas de mi puzzle existencia, recolando prioridades, sensaciones y momentos, buscando el camino a seguir en este laberinto en el que me hallo…

Reflexiono mientras camino, a menudo en círculo, esperando encontrar en esas sendas algo que me indique por dónde continuar, qué nuevo cruce coger, o simplemente cómo descubrir algo nuevo, en ese camino que uno transita y transita…

30.4.12

Aún cabalga

Por estas tierras envueltas en polvo, sudor y hierro, la leyenda toma forma, diez siglos después. Los caminos se unen y las veredas se ensanchan, la tierra sigue labrándose pero ya no hay ni mujeres lavando en el río, ni casi rebaños en los campos. Los castillos y atalayas que salpican estas tierras fronterizas, están vacíos. Silencio y más silencio en esta tierra bañada en sangre...

Pienso en los caminos, que a la sombra del turismo se han recuperado (o quizás, inventado), en la cantidad de veredas que uno recorre tras los pasos de alguien o algo… Pienso en el montón de excusas que uno encuentra para justificar lo que uno hace, piensa o siente… como si realmente tuviésemos que argumentar lo que somos, tenemos, pensamos o queremos.. Nos llenamos de las sensaciones, de semillas que germinan en nuestro interior, de momentos gloriosos y algunos fracasos… Somos lo que transmitimos, la fragancia que dejamos, los tatuajes en el alma…

17.4.12

Morado

 Me pregunto si existen las casualidades o si, por el contrario, somos nosotros los que vamos uniendo hechos aislados e independientes hasta formar un collar de sucesos con los que justificar una idea nuestra. Recuerdo que el color de mi camiseta cuando la tuve por primera vez en los brazos era éste, y como, sin darme cuenta, mi armario se ha ido llenando de ese tono…  Las lilas, las violetas y lirios se cuelan en mi vida, en forma de flores o de perfumes, mientras la voz de mi princesita, me recuerda que es su color favorito…  El mío, no- le digo, aunque podría serlo, aunque quizá lo sea,  pero yo me niegue verlo…
 
Pienso en la cantidad de realidades que nos negamos a ver, a admitir; en las veces que cerramos los ojos y el resto de los sentidos para dejar las cosas pasar;  en todos esos momentos en los que secuestramos nuestra voz,  y arrinconamos nuestros pasos… Repaso las ocasiones en las que nos permitimos equivocarnos, en las que necesitábamos vivir algo, aún sabiendo que no nos correspondía, que no era el momento, el lugar, o las circunstancias… pero sentíamos que necesitábamos vivirlo, para  que el  "y si hubiese…" no nos martillease el alma…
Pienso en esta sociedad que no perdona equivocarse, en la que  está mal visto tropezar,  y urge levantarse rapídamente tras la caída…  Falta reivindicar el derecho a equivocarse, consciente o inconscientemente; a permanecer en el suelo el tiempo que estimemos necesario; a ser nosotros mismos, pese a quien pese; a vivir nuestra vida tal  y como nosotros la sintamos, sabiendo que el resto puede esperar,..

12.4.12

Doce de abril

Cada uno de nosotros está en la tierra para descubrir su propio camino, y jamás seremos felices si seguimos el de otro. James van Praagh.

Recuerdo mientras ese escribo, ese momento mágico, en el que uno se enfrenta a su realidad y apuesta por sus sueños; en el que la semilla del todo es posible empieza germinar, y los primeros brotes verdes asoman en ese “olmo viejo”, con las lluvias de abril.


Repaso aquel tiempo en el que buscaba qué se escondía tras un amuleto, o en la  letra pequeña de alguna conversación, en el una palabra me recordaba lo importante  que era reir ...

He dejado de preguntarme  qué me ha empujado a ver las cosas desde esta nueva perspectiva, cómo es posible encontrar la serenidad en medio del caos que me rodea, ...


Siento que vivo uno de esos momentos que deberían ser eternos, en los que miro hacia adelante sin miedo, y dejo que el futuro, sea cual sea, me seduzca, me atrape…

Esto también pasará, me recuerdo, pero mientras eso ocurra, uno debe saborear el ahora, dejándose impregnar por los aromas, deleitándonos con los sentidos de todo aquello que está al alcance de nuestra mano...
 
El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses. Proverbio japonés

10.4.12

Irregularidades

Los viajes de vuelta siempre traen cuarto y mitad de nostalgia. Los kilómetros se hacen más largos, y los cielos más oscuros, como los pensamientos.   Cuando la radio se vuelve monótona, la conciencia toma  la palabra y comienza su monólogo. Habla  con la libertad de haberse liberado de su mordaza, vuelve a colocar sobre el tapete cuestiones que no tuvieron respuesta, saca las piezas del puzle y las extiende, esperando tener más suerte esta vez…

Dudo otra vez, entre lo que escogí y lo que descarté. Intento imaginar hacia dónde me hubiesen llevado los pasos que no di, y vuelvo por el firme irregular al punto de partida, donde ya no volveré a estar.  Agito un tiempo que se conjuga en pasado, esperando que caigan los frutos ahora. Pienso y vuelvo a pensar,  dando vueltas a ese puñado de preguntas sin respuesta, como su volviese a jugar al corro de la patata .. y vuelvo a sentarme en el suelo, a poner los pies en la tierra.   

La propiedad transitiva no siempre se cumple en la vida.  Por mucho que giremos,  el circulo que describimos no es el mismo.  El punto de llegada nunca coincide con el de inicio. Algunas respuestas sólo tienen sentido cuando se formulan las preguntas adecuadas, en el tiempo, y el lugar correspondiente.  Pensar más no siempre conduce por el mejor camino…  La inercia nunca abandona el movimiento...

4.4.12

.. en libertad

Pienso mientras escribo si seré capaz de pasar de los sentimientos a los hechos, o si, por el contrario, el subconsciente  volverá a llevarme por los cerros de Úbeda, donde las ideas parecen cobrar entidad y disfrutar de la libertad.  Consulto cómo guiar esas ideas a través de una vereda, y encerrarlas en un corral, esperando a ser domesticadas. Investigo qué veneno hemos consumido para querer domar  la belleza  de los espíritus libres, que un día nos sedujeron.

Dudo si es posible vivir sin atrapar instantes, simplemente saboreándolos y dejándolos partir, sin colocarles esa argolla que es el "mi".   Me pregunto si podemos vivir  sin coleccionar cosas, momentos, palabras… si es posible  acariciar con las manos guardadas en los bolsillos, recitar poesía sin palabras,  colorear los sueños que no hemos dibujado.. 
Escribo mientras pienso en las piruetas de las ideas en libertad,  en su espontaneidad,  en sus juegos imprevistos, en sus misterios..  

3.4.12

¡Bienvenido a casa!

Curva a la derecha, pasas un puentecillo y aparece. Cambia la carretera, el firme, el nombre, el ancho de la calzada...  ¡hasta el aire parece distinto cuando uno cruza esa línea imaginaria que divide el todo en partes!

¡Por fin en casa! –uno piensa, aunque aún quedan kilómetros por recorrer.  Pero éstos tienen perfume de recuerdos y colores de infancia, saben a promesas dulces y momentos entrañables, son suaves como caricias, tienen calor de hogar y abrazos interminables.  Es la cuenta atrás hasta llegar al paraíso más personal, ese al que uno regresa para encontrarse, ese con el que uno sueña cuando esta lejos, y disfruta cuando está en él.

Haga frío o calor, llueva o relampaguee,... Siempre ahí, como el padre espera al hijo pródigo, con los brazos abiertos,... Esperándonos…

2.4.12

Siga su camino

Las alternativas se reducen. Solo hay una dirección. A veces obligar y prohibir son sinónimos. Dos maneras de eliminar y/o forzar opciones.  Dos formas, un mismo fondo.
Sigue recto. No te desvíes. No dejes que las ramas te impidan llegar a lo más alto. No pierdas de vista el horizonte. No dejes tus sueños en el camino. Continua.  Sigue luchando sin miedo. Sólo puedes avanzar.  Mirando hacia delante.  No se puede detener el agua con las manos. Todo tiene un curso, una dirección. Continua, con el paso firme. Todo tiene un sentido, aunque a veces no lo hallemos. Sigue la flecha, también ahora, como cuando éramos niños, y jugábamos a encontrar el tesoro…

27.3.12

Prohibido adelantar... (toca vivir el ahora)


Recorremos kilómetros, intercalando el horizonte con el espejo retrovisor que nos recuerda lo vivido, viajamos soñando más en el destino que en los lugares por los que pasamos… Vivimos más tiempo en el futuro (o en pasado) que en el presente.  

Nos molesta encontrarnos frente a una señal que nos detiene en el ahora, que nos obliga a esperar.  Nos fastidia frenar, que algo se interponga en nuestro camino, que algo nos impida escapar de nosotros mismos y de nuestra realidad.

La ambición es una catarata en nuestros ojos. Nos incomoda la falta de visibilidad, la lentitud de los que nos preceden y todo aquello que permita que nuestra conciencia nos reproche lo que hemos ido olvidando o ignorado. Hemos arrinconado hasta hacer casi desaparecer ese tiempo donde pararse a pensar, donde saborear el momento, donde simplemente ser y estar,.. mientras todo lo demás parece apretar más y más el acelerador,...

22.3.12

Stop


No es lo mismo un stop que un ceda el paso, un "me acuerdo de ti" que un "te echo de menos". No es equivalente un "te echo de menos" en compañía que en soledad, en un momento alegre que en uno complicado.

Me pregunto, antes de reanudar el camino, a qué saben los " te echo de menos", qué perfume tienen,  de qué color es el papel que los envuelve,  cuánto cuesta pronunciarlos,...  

Pienso si habrá un lugar dónde se vendan, si son artículos perecederos o no, en cómo se distinguirán los verdaderos de los falsos, si se devaluaran con la crisis,...

Repaso la cantidad de stop que nos hemos saltado en la vida, los "te echo de menos " que hemos ignorado,  los "me acuerdo de ti" que fueron tiros de escopeta de feria,  el tiempo que hemos estado parados frente a un ceda al paso, que nunca fue un stop, …

20.3.12

Prohibido adelantar

Pienso mientras avanzan los kilómetros en un tiempo que se nos escapó de las manos, en el número de primaveras que han pasado desde entonces, en cómo la vida nos ha ido arrastrando hacía un lugar u otro…  Vuelvo a aquel tiempo en el que los peldaños de un escalera tenían música de cascabeles, y un niño de cabello de oro y ojos azules como el mar soñaba con hacerse mayor.  Retrocedo al "rosa, rosae", a las historias de la guerra del tío Elías,  a los encuentros casuales..
Repaso los recuerdos hasta detenerme en aquel instante… No crezcas, espérame, no me adelantes…

12.3.12

Prohibido girar

Este camino sólo se puede recorrer en un único sentido.  El espejo retrovisor es la manzana envenenada que nos tienta, que nos encadena a sueños rotos, que nos frena y nos impide fijarnos en el horizonte. No se pueden recoger las migas esparcidas, ni desandar los pasos ya trazados. Las segundas oportunidades siempre están adulteradas.  Nuestra miopía nos impide ver las pequeñas diferencias.

No es posible girar. No hay opción de retorno. Uno debe seguir devorando asfalto, sin bajar la precaución, leyendo carteles seguimos esperando encontrar la salida que nos lleve allí donde una vez quisimos ir, o eso al menos pensábamos…

22.2.12

Curvas

Pienso mientras conduzco si este viaje ha habrá llegado a su final o, si por el contrario, sólo es un final de etapa.  Antes de que el mes se acabe, saldrá la nueva convocatoria y no puedo dejar de preguntarme, otra vez, como en los últimos años, si serías capaz de descubrir bajo qué seudónimo me escondo.
Participar es una excusa para volver a ti, a tus manos. Es la licencia que me permito para soñar despierta, para jugar con las metáforas como si fueran las caricias que nunca te daré, que nunca me darás…Debería alejarme, asumir que ha llegado el final de esta etapa, y levantar el vuelo. Pero Arzuaga siempre me recuerda a ti, y tus palabras son las líneas discontinuas de los kilómetros recorridos, en esta carretera llena de curvas…

16.2.12

Divagando...

Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, que un amigo es como la sangre, que acude a la herida sin ser llamado. y sin embargo, sólo hace falta oír una conversación para darnos cuenta de del mal uso de la palabra amigo. A menudo suena hueca, carece de significado, vive de rentas antiguas, si es que alguna vez las tuvo…
El tiempo nos acaba, tarde o temprano, colocando frente a la realidad. Los caminos que no se transitan acaban llenándose de hierba, y los utilizados, no siempre son todoterrenos, y uno debe diferenciar quién vale para qué.   Bajo esas cuatro palabras se esconde la riqueza de las relaciones personales por un lado, y por el otro, alguna que otra decepción.  Porque al igual que tenemos que asumir que todos no servimos para todo, uno también debe aceptar  el desequilibrio de la balanza entre el dar y el recibir…
Lo amigos son la familia que se escoge, los que nos demuestran que tenemos un hueco permanente en su vida, aunque no hagamos uso de él, los que te buscan y siempre te encuentran con los brazos abiertos (y viceversa)...
 

7.2.12

Caminos borrados (II)

Nunca pensé que aquellos nueve dígitos que el azar y la insistencia de mi “ángel de la guarda” trajeron a mi vida, podrían reavivar, tantos recuerdos. Hablar con Ella fue, desempolvar momentos olvidados, repasar personas y anécdotas… No reconocer ni siquiera su voz fue un jarro de agua fría inesperado. Ver cómo el destino nos ha llevado y traído de un lado a otro, cruzándonos sin saberlo, ha hecho que me haga preguntas sobre aquella época que, quizá, ha estado invernando, demasiado tiempo…

Fue muy emotivo tener por primera vez fotos de hace veinticinco años, confuso no saber quién es quien, ni qué ha sido de ellos…

4.2.12

Las tres palabras más extrañas

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.

Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.

Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.
Wislawa Szymborska

30.1.12

Caminos borrados...

Veinticinco años han pasado desde que la vida nos arrastró por caminos divergentes. Unas bodas de plata sin noticias, con recuerdos que se han ido borrando… hasta hace apenas unos días. Sólo son nueve dígitos, pero han agitado mi vida. 
No puedo dejar de preguntarme por qué el destino ha querido arrojarme este guante, qué espera de mí... y lo que es, quizá, más importante… ¿lo acepto?
Hace varios días que tengo su número de teléfono en mi agenda. Cada día encuentro una excusa para posponer ese momento. Si nos encontrásemos por la calle, ni siquiera nos reconoceríamos…
¿De qué hablar con alguien después de tanto tiempo? ¿Tiene sentido romper este silencio? ¿Es silencio o indiferencia?  ¿Intento justificar mi miedo detrás de tantas preguntas o dudas?

24.1.12

Me enamoré de ti, o quizá, siempre lo estuve

Me enamoré de ti. Sin darme cuenta. Sin saber cómo ni porqué. Me descubrí buscándote, echándote de menos, soñándote cuando te tengo lejos, sintiéndote cuando estoy en tu regazo.

Te encontré sin buscarte. Levanté mis ojos y estabas ahí. Desde siempre. Incondicionalmente.

Me enamoré de ti. O, quizá, siempre lo estuve. Sin saberlo.  Sin esperarlo. Sin pretenderlo.

Conocerte es alimentarse de silencios, de miradas, de nostalgia,...  Es acariciar el cielo con lo dedos, saciar la sed en aguas cristalinas, oler a tomillo y lavanda…

Me enamoré de ti. De tus ruinas y también de tus días de gloria.   De tus guiños y tus sorpresas. De ese tiempo que parece detenido en ti.

Descubrirte es volver al paraíso perdido, …

22.1.12

Volver al mundo

"A partir de un determinado momento de la vida-ha escrito González Sainz- el mundo se nos va más aprisa. En el origen de esa celeridad suele haber siempre un abandono, o un desengaño, una muerte, un accidente. Entonces el vacío se va haciendo hueco a grandes zancadas hasta dar la impresión de ocuparlo todo, la palabras con que nombramos las cosas y los sentimientos con que las percibimos. Ese abandono o desengaño personales pueden ser amorosos, políticos, de sentido… y a veces se enmarcan en un abandono mayor, histórico. Es el caso de nuestra época, en que el viejo mundo lleva tiempo yéndose a marchas forzadas y los lugares de nuestras vidas y las representaciones de nuestras ideas haciendo agua por todas partes. Hay quien se hace a ello y quien no se da cuenta de nada; quien habita el mundo del fin de nuestro mundo meditando sobre lo que queda de él; y a quien no se le retira el mundo sino que cabalga los dispositivos que lo han sustituido. Esos son los poderosos."
Volver al mundo. J.A. González Sainz

20.1.12

Del derecho, del revés

[...] Los rostros de las mujeres del Círculo del Punto aparecieron en su mente. Le gustaba que fueran desconocidas, ajenas a su historia, a su tragedia. Y cayó en la cuenta de que ella tampoco conocía sus historias. Por lo que Mary sabía, cada una tenía su propio secreto; todas hacían punto para… ¿qué era lo que había dicho Scarlet? Para sobrevivir. Para ellas, era una tejedora, una mujer que podía hacer algo con un ovillo de lana. Sus amigas no se lo creerían. Una vez, de pura frustración, su amiga Jodie había ido y había cosido todos los botones que se le habían caído a Mary o que estaban flojos, diciéndole que era «un caso perdido». Hacía semanas que Jodie ni siquiera llamaba. Como a la mayoría de sus amigas, se le habían agotado las maneras de ofrecerle consuelo.

[...] A veces, una persona a quien no conoces bien es la más idónea para escuchar

[...] Cuando aparecí con aquella maraña de lana, Jen la retiró de la aguja y todos mis errores desaparecieron milagrosamente. Podía empezar de nuevo. A diferencia de lo que ocurre en la vida, o al menos en aquella nueva vida mía en la que me veía obligada a seguir adelante con la ruina en la que me había convertido, el punto me permitía empezar una y otra vez hasta que lo que fuera que estuviera haciendo tuviera el aspecto que yo quería.

Libro:  El círculo del punto (Ann Hood)

13.1.12

Para J.

Contigo he descubierto que la amistad es un paraguas donde refugiarse en los días de lluvia, la mantita de colores con la que arroparse cuando hace frío, la sombrilla cuando el sol aprieta, el arco iris que sigue a la tormenta...

 

Contigo he aprendido que "guapa" no sólo es un adjetivo, sino también un "tú vales", "tú puedes", "adelante", "ánimo", "no te preocupes", "estoy contigo",..

 

Contigo se que no es necesario rellenar todos los silencios, que uno puede hablar cuando quiera, lo que quiera, sin sentir que te juzgan, o simplemente que puedo apoyar mi cabeza en tu hombro, y no decir nada...

 

Contigo he aprendido que las distancias más que geográficas, suelen ser mentales, que la vida son rachitas y que ésto, sea lo que sea, también acabará pasando…

 

Contigo a mi lado, estos últimos años, las cosas han sido mucho mejores...

 

¡¡ Muchas felicidades, guapetona !!

9.1.12

Etapas

[...] Estaba empezando a preguntarme si encontraría algún día a alguien que le fuera a su forma de ser… si habría pasado la etapa en la que las personas tienen aún la capacidad de enamorarse
  Esperando al príncipe azul (Anne Weale)

2.1.12

Un mar de fueguitos

"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende."

Libro:  Libro de los abrazos de Eduardo Galeano