La ciudad duerme al otro lado del cristal. Blanco y negro salpicado por algún semáforo en rojo, el silencio parece conquistar poco a poco todo. Miradas que se pierden entre emoticonos, y otras que buscan historias entre los rostros desconocidos.
Gotas de lluvia que dibujan caminos inexistentes, dedos que se deslizan intentando atraparlas, nostalgia que pinta escenas, que nadie sabe si alguna vez existieron.
Parece una película que transcurre frente a nosotros…donde lo real y lo imaginario se mezclan…y hasta se confunden…
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