Me sentiría tan afortunada si un día nuestros caminos se encontrasen, y dejases entreabierta, durante unos minutos, la puerta de tus pensamientos… aunque sé que eso no pasará. Me gustaría escucharte cómo es su día a día, allí donde la voz humana es una especie en extinción, y el silencio se salpica por la palabra de la naturaleza. ¿Hablarás sola, como yo, para no olvidarte cómo es tu voz? ¿Dejarás que los pensamientos deambulen por los recuerdos, o los tendrás atrapados en ese aquí y ahora? ¿Tu mundo está hecho a tu medida? ¿Qué te parece el nuestro? Te imagino pensando desorientada en medio de nuestro caos, de tanto ruido, de tanto de todo, y nada en esencia… Te imagino soñando con el silencio, con los espacios abiertos, con la sencillez máxima,… ¿sabes? Te envidio, como a todos afortunados que han encontrado o fabricado un mundo a la medida de sus sueños
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
... creo que cuando imaginamos se une el corazón con la mente, y creo que todos creamos un mundo a nuestra medida... de ahí nuestra responsabilidad como ser.
ResponderEliminarUn abrazo grande.