" Parece que fue ayer" , podría decir pero mentiría, cuando puse un punto final a esa encrucijada a la que volvía como punto de encuentro , confesionario, o simple reclinatorio donde apoyar las rodillas y dejar fluir los ideas que albergaba mi cabeza en ese momento. El tiempo se mide en diferente escala en este aspecto de mi vida. Escribir fue un compañero de viaje importantísimo en algunos momentos, un reportero narrando mil conflictos interiores, un buscador de ilusiones, un registrador de instantes efímeros que fueron todo, y en el fondo, nada…
Aquel A+, fue la puerta que se cierra para poder abrir las ventanas, el punto final que nos libera del lastre, el cerrar los ojos para poder ver… Probablemente fue una de las mejores decisiones que haya tomado en los últimos años. A veces uno necesita desnudar su alma, expresar sentimientos y sensaciones sin metáforas, colocarse frente a sí mismo y concretar esos runrunes que nos carcomen por dentro. Dicen que cuando uno saca sus ideas de su interior al exterior les está dando alas para que se materialicen…
Estas líneas sólo son flores sobre algo muy querido, como un uno de Noviembre