30.4.12

Aún cabalga

Por estas tierras envueltas en polvo, sudor y hierro, la leyenda toma forma, diez siglos después. Los caminos se unen y las veredas se ensanchan, la tierra sigue labrándose pero ya no hay ni mujeres lavando en el río, ni casi rebaños en los campos. Los castillos y atalayas que salpican estas tierras fronterizas, están vacíos. Silencio y más silencio en esta tierra bañada en sangre...

Pienso en los caminos, que a la sombra del turismo se han recuperado (o quizás, inventado), en la cantidad de veredas que uno recorre tras los pasos de alguien o algo… Pienso en el montón de excusas que uno encuentra para justificar lo que uno hace, piensa o siente… como si realmente tuviésemos que argumentar lo que somos, tenemos, pensamos o queremos.. Nos llenamos de las sensaciones, de semillas que germinan en nuestro interior, de momentos gloriosos y algunos fracasos… Somos lo que transmitimos, la fragancia que dejamos, los tatuajes en el alma…

17.4.12

Morado

 Me pregunto si existen las casualidades o si, por el contrario, somos nosotros los que vamos uniendo hechos aislados e independientes hasta formar un collar de sucesos con los que justificar una idea nuestra. Recuerdo que el color de mi camiseta cuando la tuve por primera vez en los brazos era éste, y como, sin darme cuenta, mi armario se ha ido llenando de ese tono…  Las lilas, las violetas y lirios se cuelan en mi vida, en forma de flores o de perfumes, mientras la voz de mi princesita, me recuerda que es su color favorito…  El mío, no- le digo, aunque podría serlo, aunque quizá lo sea,  pero yo me niegue verlo…
 
Pienso en la cantidad de realidades que nos negamos a ver, a admitir; en las veces que cerramos los ojos y el resto de los sentidos para dejar las cosas pasar;  en todos esos momentos en los que secuestramos nuestra voz,  y arrinconamos nuestros pasos… Repaso las ocasiones en las que nos permitimos equivocarnos, en las que necesitábamos vivir algo, aún sabiendo que no nos correspondía, que no era el momento, el lugar, o las circunstancias… pero sentíamos que necesitábamos vivirlo, para  que el  "y si hubiese…" no nos martillease el alma…
Pienso en esta sociedad que no perdona equivocarse, en la que  está mal visto tropezar,  y urge levantarse rapídamente tras la caída…  Falta reivindicar el derecho a equivocarse, consciente o inconscientemente; a permanecer en el suelo el tiempo que estimemos necesario; a ser nosotros mismos, pese a quien pese; a vivir nuestra vida tal  y como nosotros la sintamos, sabiendo que el resto puede esperar,..

12.4.12

Doce de abril

Cada uno de nosotros está en la tierra para descubrir su propio camino, y jamás seremos felices si seguimos el de otro. James van Praagh.

Recuerdo mientras ese escribo, ese momento mágico, en el que uno se enfrenta a su realidad y apuesta por sus sueños; en el que la semilla del todo es posible empieza germinar, y los primeros brotes verdes asoman en ese “olmo viejo”, con las lluvias de abril.


Repaso aquel tiempo en el que buscaba qué se escondía tras un amuleto, o en la  letra pequeña de alguna conversación, en el una palabra me recordaba lo importante  que era reir ...

He dejado de preguntarme  qué me ha empujado a ver las cosas desde esta nueva perspectiva, cómo es posible encontrar la serenidad en medio del caos que me rodea, ...


Siento que vivo uno de esos momentos que deberían ser eternos, en los que miro hacia adelante sin miedo, y dejo que el futuro, sea cual sea, me seduzca, me atrape…

Esto también pasará, me recuerdo, pero mientras eso ocurra, uno debe saborear el ahora, dejándose impregnar por los aromas, deleitándonos con los sentidos de todo aquello que está al alcance de nuestra mano...
 
El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses. Proverbio japonés

10.4.12

Irregularidades

Los viajes de vuelta siempre traen cuarto y mitad de nostalgia. Los kilómetros se hacen más largos, y los cielos más oscuros, como los pensamientos.   Cuando la radio se vuelve monótona, la conciencia toma  la palabra y comienza su monólogo. Habla  con la libertad de haberse liberado de su mordaza, vuelve a colocar sobre el tapete cuestiones que no tuvieron respuesta, saca las piezas del puzle y las extiende, esperando tener más suerte esta vez…

Dudo otra vez, entre lo que escogí y lo que descarté. Intento imaginar hacia dónde me hubiesen llevado los pasos que no di, y vuelvo por el firme irregular al punto de partida, donde ya no volveré a estar.  Agito un tiempo que se conjuga en pasado, esperando que caigan los frutos ahora. Pienso y vuelvo a pensar,  dando vueltas a ese puñado de preguntas sin respuesta, como su volviese a jugar al corro de la patata .. y vuelvo a sentarme en el suelo, a poner los pies en la tierra.   

La propiedad transitiva no siempre se cumple en la vida.  Por mucho que giremos,  el circulo que describimos no es el mismo.  El punto de llegada nunca coincide con el de inicio. Algunas respuestas sólo tienen sentido cuando se formulan las preguntas adecuadas, en el tiempo, y el lugar correspondiente.  Pensar más no siempre conduce por el mejor camino…  La inercia nunca abandona el movimiento...

4.4.12

.. en libertad

Pienso mientras escribo si seré capaz de pasar de los sentimientos a los hechos, o si, por el contrario, el subconsciente  volverá a llevarme por los cerros de Úbeda, donde las ideas parecen cobrar entidad y disfrutar de la libertad.  Consulto cómo guiar esas ideas a través de una vereda, y encerrarlas en un corral, esperando a ser domesticadas. Investigo qué veneno hemos consumido para querer domar  la belleza  de los espíritus libres, que un día nos sedujeron.

Dudo si es posible vivir sin atrapar instantes, simplemente saboreándolos y dejándolos partir, sin colocarles esa argolla que es el "mi".   Me pregunto si podemos vivir  sin coleccionar cosas, momentos, palabras… si es posible  acariciar con las manos guardadas en los bolsillos, recitar poesía sin palabras,  colorear los sueños que no hemos dibujado.. 
Escribo mientras pienso en las piruetas de las ideas en libertad,  en su espontaneidad,  en sus juegos imprevistos, en sus misterios..  

3.4.12

¡Bienvenido a casa!

Curva a la derecha, pasas un puentecillo y aparece. Cambia la carretera, el firme, el nombre, el ancho de la calzada...  ¡hasta el aire parece distinto cuando uno cruza esa línea imaginaria que divide el todo en partes!

¡Por fin en casa! –uno piensa, aunque aún quedan kilómetros por recorrer.  Pero éstos tienen perfume de recuerdos y colores de infancia, saben a promesas dulces y momentos entrañables, son suaves como caricias, tienen calor de hogar y abrazos interminables.  Es la cuenta atrás hasta llegar al paraíso más personal, ese al que uno regresa para encontrarse, ese con el que uno sueña cuando esta lejos, y disfruta cuando está en él.

Haga frío o calor, llueva o relampaguee,... Siempre ahí, como el padre espera al hijo pródigo, con los brazos abiertos,... Esperándonos…

2.4.12

Siga su camino

Las alternativas se reducen. Solo hay una dirección. A veces obligar y prohibir son sinónimos. Dos maneras de eliminar y/o forzar opciones.  Dos formas, un mismo fondo.
Sigue recto. No te desvíes. No dejes que las ramas te impidan llegar a lo más alto. No pierdas de vista el horizonte. No dejes tus sueños en el camino. Continua.  Sigue luchando sin miedo. Sólo puedes avanzar.  Mirando hacia delante.  No se puede detener el agua con las manos. Todo tiene un curso, una dirección. Continua, con el paso firme. Todo tiene un sentido, aunque a veces no lo hallemos. Sigue la flecha, también ahora, como cuando éramos niños, y jugábamos a encontrar el tesoro…