A menudo me sorprendo preguntándome qué soy para ti, si es que realmente soy algo, si es que alguna vez fui algo más que un nombre abstracto, una ilusión óptica que se cruzó en tu camino. Me gustaría saber si alguna vez me viste como algo más que un cabo al que asirse en un momento de desesperación, una cruz en un formulario o un pasatiempo en una sala de espera.
No busco respuestas ni desenredar esta maraña de realidades e ilusiones, aunque me alegría tropezarme con ellas. Quizá sólo sea una manera de ir uniendo las trozos rotos, de ir recolando cada cosa en su lugar, ir bajando las persianas y cerrando las puertas de cada estancia…
A menudo me sorprendo preguntadome qué fue real y qué soñé, a dónde emigran las respuestas, y los porqués… Tal vez sólo son, soy simples cenicientas mientras suenan las doce campanadas…