20.2.09

12, 11, 10,..1, nada

A menudo me sorprendo preguntándome qué soy para ti, si es que realmente soy algo, si es que alguna vez fui algo más que un nombre abstracto, una ilusión óptica que se cruzó en tu camino. Me gustaría saber si alguna vez me viste como algo más que un cabo al que asirse en un momento de desesperación, una cruz en un formulario o un pasatiempo en una sala de espera.

No busco respuestas ni desenredar esta maraña de realidades e ilusiones, aunque me alegría tropezarme con ellas. Quizá sólo sea una manera de ir uniendo las trozos rotos, de ir recolando cada cosa en su lugar, ir bajando las persianas y cerrando las puertas de cada estancia…

A menudo me sorprendo preguntadome qué fue real y qué soñé, a dónde emigran las respuestas, y los porqués… Tal vez sólo son, soy simples cenicientas mientras suenan las doce campanadas…

19.2.09

Renunciamos

Nacemos con los ojos cerrados. Quizá por eso no distinguimos los juegos de sombras en la oscuridad. Nos obsesionamos con retener instantes fugaces, con buscar una felicidad que se nos escapa de las manos y nos sentimos insatisfechos cuando no logramos nuestras metas. Llevamos demasiado tiempo siendo molinos pero somos incapaces de retener el viento.

Estamos hechos de sueños y engaños. Los científicos dicen que nuestro cerebro es crédulo, que activa el mismo grupo de neuronas al percibir la realidad que al imaginarla. Pero nosotros preferimos teñir nuestro mundo del color de nuestro ánimo, y adentrarnos en él, como si fuese un bosque encantado. Vemos la realidad que queremos ver, escuchamos lo que queremos escuchar… Somos subjetivos inevitablemente. Nadie puede ser imparcial cuando forma parte…Algunos dicen que nunca llueve sino diluvia. Los pequeños chubascos y las ligeras lloviznas apenas nos molestan. Pasan desapercibidos, casi ni las notamos. Sólo cuando hay un verdadero chaparrón nos hacemos conscientes del clima. Y entonces, nuestro cántaro cae al suelo, se desparraman nuestras ilusiones y nuestro mundo se rompe en cientos de trozos de loza. Los límites se difuminan como lágrimas en el mar. La alegría y la pena están separadas por una frontera del grosor de un sedal para las personas sensibles. Para ellos, vivir es caminar por el filo de ese cuchillo, asumir el riesgo de la emociones en su estado más primitivo, jugar cada juego como si fuese quizá nuestra última partida.

Vivir es suscribirse los vaivenes de la vida, pasar o aceptar el órdago que nos lanza cada amanecer. Autoengañarse es un paraguas en un día de viento y lluvia, un préstamo temporal a un alto interés. No hay secretos para vivir o, quizá haya demasiados. Apenas una gota puede separar el todo al nada, el vacío al lleno… No somos el burro al que el granjero coloca una zanahoria a unos pocos centímetros de si para que siga dando vueltas a la noria, y si lo somos, lo somos concientemente. La vida está llena de abandonos, de promesas caducadas, de sueños rotos. Dicen que querer también es renunciar. Es admitir nuestros límites. Asumir que quiero pero no puedo… Es mirarse desnudo frente al espejo y, a pesar de nuestros defectos, quererse…

Hay días en los que uno se levanta de la cama convencido de que ha llegado el final de un viaje…

17.2.09

Recuperando

Es época de mudanzas, de embalar recuerdos y nostalgias, de cerrar el paraguas y asumir el riesgo que supone dejar que la lluvia refresque la piel y, quizá, constipe el alma…

La coherencia es el pegamento que une cada uno de esos fragmentos que somos. El cómo nos ven, cómo creen que somos depende no sólo de los ojos con que nos miran, sino tambien, de cómo actuamos nosotros.No sé cuándo fue, pero se qué existió ese instante en el que uno sabe en su interior, que ya no es el mismo de antes. Más que verlo, uno lo siente. Los titulares dan paso a los suplementes. Es hora de asumir la responsabilidad de llevar el testigo en esta carrera de relevos que es la vida.

Uno puede cerrar los parpados, tapar sus oídos, pero no debe dejar de ver y escuchar lo que siente, lo que quiere… Buscar la salida de su laberinto, avanzar en su camino... Autoengañarse está prohibido. Le pido a la vida que me seduzca cada día,.. Busco sus guiños en el deambular de las horas y las imágenes, en los rostros de la gente desconocida con la que me cruzo, en las palabras y también en los silencios. También en los incondicionales.Es época de buscarse un amante*, u otro más, que nos permita encontrar el latido intenso de la vida, que nos haga cosquillas y nos de la motivación para levantarnos cada mañana sonriendo…
(*) Lo que nos apasiona, lo que nos motiva

12.2.09

Limón verde

Nada existe sin sentido, y ese sentido es lo que busco, lo que hace que repase detalles buscando resolver adivinanzas.

Dime tu nombre mientras cierras la puerta. Regálame una caricia con tu mirada mientras te observo.

Escucho el silencio. Aprendo de la nada. Mastico el vacío de la mañana y me releo.

Tras tus manos frías no existe un corazón caliente, sino un alma que arde. Pero el fuego de las almas se extingue en los días helados del invierno, en las mañanas sin norte, en los precipicios de los atardeceres.

Necesito sonreír sin pensar que el amarillo del limón es verde, que las naranjas son amarillas como los pomelos. Necesito pensar que tus besos existen.

Cerraste la puerta, y yo me quede tu limón verde, el que dijeron que era lima...

Amanece lento, como las cosas que llegan desde la nada y están aún más lejos, como las cosas que no son, que no están. Despierto en el día, en el momento perfecto, cuando aun siento el calor de tu compañía, cuando no creo que existan los versos, cuando aún te veo en mis sueños

Me vuelvo a la nada. Escondida en el vuelo de las miradas, entre chimeneas de humo, cuando el limón verde caiga en un vaso y me mires sin verme...

6.2.09

Aire, Agua, Fuego y Tierra

Fuiste las agujas de mi reloj, el brillo de mis pupilas, el color rojo de mi sangre, la suavidad de las caricias, el latido intenso de mi corazón.
Fuiste el aire que respiré, que me arrastró hasta elevar mis pies del suelo y me permitió volar. La gota de rocío que me despertó de mi sueño. El agua que dibujó surcos en mi piel y calmó mi sed.
Fuiste el fuego que nació de la nada y lo arrasó todo. La llama que creció entre material inflamable. La tierra soñada que nunca dejó de ser prometida y esquiva. El campo fértil que arrasó el fuego y arrastró el agua hasta el fondo del ese baúl de recuerdos que el aire no dejó aún cerrar.
Fuiste el motor y ahora eres el freno, la palada de cal y también la de arena, la sombra alargada de un pretérito empeñado en ser perfecto… ¿Qué eres ahora para mi? Dimelo tú.

Nada es real hasta que se experimenta. John Kyats.
Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una. Quevedo