30.3.10

Ciegos

Para aquellos que la vida zarandea emocionalmente y les pone la zancadilla cuando menos se lo esperan…. No vendría mal alguna vez cambiar el cristal rosa romántico por el transparente, en el que se ven las cosas como son, alejarse unos metros, amordazar los sentimientos y pensar lo más objetivamente posible.. Después hágase lo que cada uno estime conveniente, pero al menos, hágase con la reflexión hecha o, al menos, lanzada.

El tiempo suele situar lo que nosotros no hemos sabido o podido colocar emocionalmente.

Cuando escucho cosas del tipo: "no merecéis…" "sólo me dais problemas" "no hay personas como yo…" no puedo dejar de preguntarme por el ombligo del mundo. Ése que la mayoría solemos superponer sobre el nuestro… y aunque es lógico que veamos las cosas desde nuestros ojos, no está de más, no dejarse engatusar por la zalamería de nuestro dolor…
Jugar con fuego tiene sus riesgos y si asumimos participar en ese juego, debemos hacerlo con todas las consecuencias… No podemos culpar al resto. A veces vivimos sin ver la realidad, otras preferimos bajar la vista y vivir como si no la hubiésemos visto… Como dicen por ahí, "no hay peor ciego que el que no quiere ver"

26.3.10

mundos

Cada uno somos un mundo, y algunos más que un mundo parecemos un planeta. Uno de esos planetas alejados donde la existencia de la vida es una incógnita tal y como por aquí la entendemos. Tenemos la misma materia prima pero los resultados son tan diversos que a veces uno duda hasta de qué estamos hechos. Las circunstancias en las que nadamos influyen a la hora de fraguar nuestro carácter y nuestra visión de las cosas. Somos diferentes, afortunadamente -diría yo, pero no siempre sabemos afrontar esas diferencias. Hay ocasiones en que esas maneras de vivir, de sentir, de mirar son tan dispares que uno se siente fuera de lugar. Incomprendido.
Todo lo que se estanca, se desvanece. Karl Marx

25.3.10

Y mientras tanto

Y mientras tanto, continúa tu camino descubriendo el infinito en la línea del horizonte dibujada con tus sueños. Sigue atrapando ideas e ilusiones. Sigue construyendo castillos con naipes de recuerdos. Sigue buscando tesoros escondidos en alguna parte del pasaje que llevas recorrido…

Tomate algún respiro. Disfruta de las sobras alejadas del camino soleado, del anonimato anhelado, de las novedades recién florecidas, del silencio acogedor…. y regresa a la vereda, con atajos o sin ellos, en algún punto del camino…

Y mientras tanto, amordaza la nostalgia, no siembres el camino de lo que pudo haber sido como si el mañana fuese un fruto prohibido. Deja que un nuevo amanecer, te prometa el paraíso y te muestre nuevas sendas  en el mundo de los sentidos…



16.3.10

Demasiado

Ahora que la información bombardea constantemente nuestras vidas y la tecnología más que dar pasos, vuela, me pregunto si hemos conseguido bordear ese socavón en el camino que va desde el de dónde venimos hasta el hacia dónde vamos, o si en caso contrario aún no hemos llegado a él. Ahora todo tiene nombre, causa y recomendación de uso, así como fecha de caducidad. Todo parece condenado a morir,  o a ser abandonado en tras de la efímera novedad.  La realidad parece maquetada a base de pinceles correctores y máscaras de desenfoque que borran esas pequeñas imperfecciones que hacen que la vida sea algo más que  un maniquí colocado en un escaparate.  Luces y sombras que moldean la historia, que la transmiten pulsos,…
 

Demasiados ruidos, demasiados ecos, demasiados carteles de neón, demasiado de todo que nos distraen en esta sencilla vereda  donde  lo sencillo y auténtico peligra morir asfixiado…

10.3.10

Atrapando instantes


Pensar en uno mismo es el único proyecto en la vida. Ramón Llull



Vivimos atrapando instantes, sembrando y recolectando momentos fugaces, buscando el modo de convertir lo efímero en algo más permanente. Nada es para siempre, por mucho que nos empeñemos en construir barreras y colocar candados a las situaciones. La libertad no entiende de cadenas cuando uno es capaz de superar el miedo. No hay puertas para el agua, ni diques que soporten a un mar embravecido.


No hay líneas continuas sino una sucesión de puntos, de tiempos que tienen entidad por si mismos y también en su conjunto… el todo y la nada son dos caras de una misma moneda que siempre va en nuestro bolsillo.


Vivimos juntando situaciones como si se tratasen de piezas de un puzzle, pero quizá lo que da valor a los momentos es que son irrepetibles…