8.3.11

Sencillamente...

La serenidad tiene esa luz cálida que embellece la sencillez sin achicharrarla,  que guía la mirada de un lugar a otro como si fuese mariposas inquietas en un paraíso primaveral...   La felicidad son pequeñas gotas de rocío que se funden con los tiernos rayos  de sol jugando al escondite entre las ramas de los chopos aún desnudos. 
Es el deambular de las cigüeñas preparando el nido, el trino de los pajarillos, el sonido del agua que corre risueña por los arroyos...  El latido de la vida se hace más patente,  deleitándonos en cada paso, despertando poco a poco nuestros sentidos aletargados tras el frío invierno...   El paraíso es eso,  un instante de tiempo  que nos gustaría que fuese eterno...