28.1.10

Baches existenciales

Era una conversación informal, de esas que se forman en improvisados corrillos de lugares sin nombre propio, una de esas charlas intrascendentes que deambulan por los cerros de Úbeda hasta llegar a un destino improvisado. Acabaron hablando de la vida en primera y tercera persona, de cómo el destino describe caminos no previstos, de los atajos y también de los rodeos que se dan, de cómo el día a día zarandea el inestable equilibrio... Intentaban colocar piezas en una historia narrada a dos voces, descartando aquellas que aparentemente no ajustaban, encajando otras que habían pasado desapercibidas anteriormente…Tantas visiones de lo mismo, como ojos que miran, tantas reflexiones como cabezas dispuestas a pensar y analizar, escuchan… y siempre esa sensación de retorno.
Ese regreso a un mundo que ya no nos pertenece, o no al menos como nos gustaría, ese intento de volver a un refugio que sólo existe en nuestra memoria, a un tiempo pasado que nos ayude a encontrar un futuro aún sin escribir… o simplemente que nos anestesie un poco ese malestar que se produce cuando las historias agitan nuestras entrañas. Todos los paraísos, parece ser, tienen su serpiente. La sociedad está llena de túneles desconocidos, de recovecos en las relaciones interpersonales. Demasiada letra pequeña, que leímos por encima, o no leímos, en contratos que un día firmamos como indefinidos y resultaron ser hasta fin de obra. Todo es relativo. También nosotros y lo que sentimos.

"No podemos cambiar las cartas que nos han repartido, sólo podemos tomar la decisión de cómo jugaremos esa mano" R. Pausch

27.1.10

Búscame

Búscame entre las gotas de rocío,
en el silencio que separa dos notas musicales,
entre las hojas del otoño,...

Búscame en el viento que juega al escondite entre los árboles,
en la corriente del agua del río camino del mar,..

Búscame,...
aunque nunca me halles

20.1.10

Cruce de caminos

“Todo lo que empieza tiene un final”, así comenzaba un artículo del periódico para despedir a los “Paisajes interiores”. Un recorrido donde lo que se veía y lo que se sentía se entremezclan, donde el final era una invitación a un nuevo principio, quizá más interior aún. Un paseo por lo que uno es, ha vivido, siente y ha sentido, una mirada nostálgica, un arañar esa capa de costra que la rutina deja… También, un levantar la mirada hacia el horizonte, enderezar el cuerpo y decirse “aquí estoy, ésta soy yo, ese es el camino a seguir”… pero, en la mayoría de los casos, el camino a seguir es un cruce de varios de ellos, y no siempre, es fácil decidir cuál es el más adecuado. Además no cabe la posibilidad de regresar sobre nuestros pasos.
El tiempo va dejando su huella, no sólo en la piel. También en el alma. El ímpetu ha dado paso al conformismo, a preferir “lo malo conocido, que lo bueno por conocer”,…
Algunas fechas fomentan pensamientos tipo balance, nos da por pensar en lo que somos (tenemos), y compararlo con lo que un día soñamos ser (tener), e incluso hacerlo con un futuro entre corto y medio plazo. A menudo ese cálculo es devastador, porque nos damos cuenta de lo que nos falta, de todo lo que hemos ido dejando por el camino, del valor relativo de las cosas… ¡hemos conseguido salvar bastantes cosas en este naufragio del paso del tiempo! Pero no siempre bastantes es sinónimo de suficientes.
Este blog, es una esas cosas que sigue flotando a mi vera. A veces, incluso a mi misma me sorprende este hecho. Ya no es lo que era. Pero ese alma romántica que no tengo, me impide matarlo. Quizá porque su muerte es un poco la mía y la de algunos sueños, pero verlo agonizar, duele… ¿y ahora qué? A mí también me gustaría saberlo…

11.1.10

Arco Iris

Ojalá sirviesen para ayudarnos a colorear la esperanza