14.12.09

Billete de ida y vuelta

No hay nada como perderse una tarde de invierno, cuando el viento azota las pocas hojas que aún se resisten en los árboles, por alguno de esos rincones donde la vida trascurre alrededor de una chimenea, en el mejor de los casos, para sentir que hay un mundo que agoniza frente a nosotros. Cuando uno recorre alguno de esos lugares, donde las omnipresentes ruinas nos recuerdan que hubo un tiempo en el que se escuchaban los latidos, uno no puede dejar de preguntarse si aún es posible encontrar en medio de ese mundo en peligro de extinción, algún brote de esperanza.

Somos una generación que hemos crecido sin arraigo a la tierra. Ciudadanos del mundo, dicen algunos, mercenarios de las oportunidades viajamos ligeros de equipaje. Hemos cortado el cordón umbilical que nos une a los lugares desde los que partimos, o quizá nunca hemos pasado suficiente tiempo en ningún lugar para sentir que hemos enraizado. Somos buscadores de paraísos perdidos. Nuestros padres abandonaron su casa en busca de una oportunidad. Nosotros no hemos querido encontrar el camino de regreso.

Volvemos, pero nunca compramos un billete de sólo ida. Y en ese regreso que apenas dura unos días, esperamos que se haya establecido un pacto, que el tiempo no haya desgastado nuestros recuerdos, que podamos retomar la vida, en el instante siguiente al que nos fuimos la anterior vez. Pero las estaciones se suceden aunque no haya nadie quien las mire o las viva… y uno envejece más deprisa, cuando no tiene a nadie que le contagie vida…

9.12.09

Espadas de doble filo

Dice el refrán que las palabras son espadas de doble filo que sirven para crear, describir, analizar, revivir,… lo que pasa por nuestra cabeza. Son bosquejos de una realidad que, al menos, existe en nuestra imaginación. Paraíso o infierno, luz u oscuridad, según el caso.

A veces son nuestros pinceles para soñar, dibujar mundos, pintar puertas por la que colarnos y soñar; otras, son los barrotes de nuestra cárcel, el candado sin llave, el frío interior…

Uno es  esclavo de sus palabras y dueño de su silencio. Quizá por eso uno se acomoda en ese colchón de sensaciones interiores hasta hacerlo una extensión de uno mismo y  una vez que uno se adentra en ese laberinto, encontrar la salida empieza a dejar de tener sentido…



23.11.09

Paisajes

Dicen que los paisajes son estados de ánimo, que lo que vemos está tintando con nuestros colores más personales... Quizá por eso hay lugares que nos atraen irremediablemente, que nos hacen detenernos, guardar silencio y reflexionar...

Pessoa añade, "Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos". Nada parece objetivo. Siempre hay un error de precisión, humano o mecánico, que hace que las cosas no sean exactamente como las percibimos. Algunos a ese "error", a esa manera de percibir la realidad, de sentirla, de imaginarla, lo llaman arte. Para otros, es simplemente una manera de vivir.

3.11.09

Hoy no. Tal vez mañana

Acaricié mi reflejo en el agua y soñé con desparecer junto a él. Quise perderme en el anonimato, cubrirme con vestimentas de olvido, alejarme por la vereda que la niebla borra… Quise ser silencio, fundirme con el tono sepia de los recuerdos, viajar como polizonte en un barco de papel, naufragar en el país de nunca jamás… Quise volar sin alas, merodear entre los escombros, vagabundear por lugares abandonados…

Caminé por el borde de los acantilados sin preocuparme si una ráfaga de viento me alejaba para siempre de este lugar… Dice Fernando Pessoa, que la angustia es el precio de la libertad, y en mi bolsillo, aún quedaban algunas monedas…

20.10.09


La conciencia es una voz interior que nos advierte que alguien puede estar mirando.
Henry Louis Mencken

14.10.09

Hoy es siempre todavía




Hoy es siempre todavía.
Antonio Machado

12.6.09

Flores marchitas

No es nuevo, sino más bien algo cíclico, como las estaciones del año, aunque en este caso no haya una fecha exacta de inicio ni de fin. No florece necesariamente en primavera, ni se recoge el fruto a finales de verano o principios de otoño. Simplemente se presenta sin avisar, y decide quedarse un tiempo indeterminado…


Emigrar, volar, escapar, perderse, olvidar,… esa necesidad de empezar a irse, de fundirse en el horizonte, de camuflarse entre la niebla, de echar el telón, o simplemente de marchar borrando las huellas de nuestro camino…


Quizá sea un viaje de ida y vuelta, un eterno retorno, un "viene el lobo" que no acaba de llegar, o quizá esta vez sea un punto final en lugar de un punto y aparte, un festín de vísceras y sangre para el animal, una huida hacia el precipicio del olvido necesario, un sueño infinito, un hasta luego definitivo, un asta del toro de la vida que nos atraviesa y nos hiere mortalmente…

10.6.09

Empezar a irse

Como un péndulo que oscila entre dos puntos, como las olas que van y vienen hasta la orilla, como los puntos y seguidos, como los ciclos de las estaciones que se van para sucederse…

Como los amaneceres, como la llama de una vela, como el cabo del que deshacer lo tejido…

Quizá la vida sea simplemente eso: soñar con encontrar la serenidad en el horizonte, imaginar que la felicidad está al alcance de nuestras manos, y repetírnoslo, en diferentes idiomas y modos, hasta creérnoslo. Tal vez, es necesario aprender a sortear contratiempos y fracasos, a mirar hacia delante con precaución pero sin miedo,…

Como las hojas secas en otoño, como el agua del río camino del mar, como las estrellas moribundas,..

Como el silencio que embarga el patio de butacas tras la función, como la pagina en blanco final de un libro, como la soledad de una playa en un invierno, como esa infancia que empieza a irse, como esa necesidad de escapar y perderse entre la niebla del olvido…

4.6.09

Sigues

Sigues teniendo reflejada la ilusión en tu cara, el brillo de la esperanza asomándose al balcón de tus ojos, la energía de la juventud y la osadía de los niños.

Sigues disfrutando construyendo castillos de naipes, esbozando sueños entre garabatos en tinta negra. Sigues siendo un buscador de sonrisas, de tesoros perdidos y oportunidades olvidadas.

Sigues zigzagueando la vida, porque es la única manera que conoces de seguir avanzando.

Sigues mirando hacia el futuro, pero tienes los pies anclados en ese pasado que te impide seguir hacia delante.

Sigues siendo tú, con tus secretos guardados en la manga de alguna vieja chaqueta de la que no logras desprenderte, con el lastre de las circunstancias entorpeciendo tus pasos, con tus idas y vueltas mentales, con tus silencios y con tu piquito de oro…

Sigues siendo tú, pero quizá yo ya no soy yo…

31.5.09

Sola




Me siento sola,-le dice con un hilo de voz. También con la mirada triste y perdida, con la apatía asomada al balcón de su piel pálida.

La otra le mira y calla, pero podría añadir: yo nunca he dejado de sentirme así.

15.5.09

Con letra pequeña

Vuelve a leer ese libro que nunca llegó a escribirse, y descubre invisibles anotaciones en sus márgenes, demasiadas líneas en blanco, demasiados renglones con letra pequeña, casi imposible de ver.

Vuelve a balancearse por el columpio de los pretéritos, a deslizarse por el tobogán de los condicionales, a tirarse por la tirolina que une el futuro con los recuerdos y viceversa.

Vuelve a recorrer capítulos y anexos, a zambullirse en metáforas imposibles, y juegos de palabras que soñaron ser sonetos pero tuvieron que conformarse con la rima asonante de los poemas mediocres.

Vuelve para irse, como los puntos y aparte que separan párrafos, ideas, soledades y sueños, como esos caminos que desaparecen en los cambios de rasante, como esos puntos suspensivos que acompaña al etcétera.

Vuelve a recorrer ruinas y abandonos, silencios y olvidos, fangos y arenas movedizas, a caminar por el borde del precipicio de las entrelineas, de las promesas incumplidas, de los sueños inalcanzables, de las realidades agridulces.

Vuelve a esculpir castillos de arena que las olas borran como los puntos finales que marcan el final de cada historia.

7.5.09

Preguntando a nadie

¿Quién no entiende una mirada, un gesto… entenderá una larga explicación?

¿Cuál es el precio de soñar?

¿Dónde viene anotada la letra pequeña de la vida?

¿Qué perfume utiliza la nostalgia?

¿Cuánto cuesta desnudar el alma?

¿Es lo mismo querer que amar?



¿Qué diferencia hay entre hoy y ayer?
¿Cuál es el mejor piropo que te podría decir?

5.5.09

Aroma de nostalgias

... debes saber que si no buscas tu estrella, si no la sigues, antes o después, se enredará con el hilo de otras estrellas y será imposible desenredarla, empe­zará a apagarse hasta desaparecer.
Escucha mi voz (Susanna Tamaro)


Pienso mientras escribo el tiempo que ha transcurrido desde aquel “vieja estrella”, y pienso en esas lucecitas que cada noche, cuando las nubes y la contaminación lo permiten, se asoman a nuestra ventana. Dicen que aunque las estrellas mueren, aún podemos ver un tiempo su luz. Tal vez, las personas también seamos así. Pequeñas antorchas que iluminamos a lo que nos rodea. Fueguitos que damos calor pero también quemamos y arrasamos en nuestro camino. Momentos efímeros que caldean nuestro frío interior y convierten una casa en un hogar, un desconocido en un amigo, un nada en un poco e incluso en un todo.

Todo es relativo, todo se reduce a cenizas, a materia mineral, a recuerdos desgastados por el tiempo, a polvo de olvido y aromas de nostalgia…

30.4.09

TeSeLaS

Somos grandes mosaicos. Estamos hechos de teselas, unas grandes y otras tan pequeñas que pasan desapercibidas para casi todos. Las unas son las líneas maestras, las otras son esos pequeños detalles que hacen que las cosas tengan un matiz especial.

Somos, dicen, porque alguien nos piensa, porque alguien va uniendo esos pedacitos de puzzle hasta completarnos, y hacernos suyos. No es recopilar información, sino ir vistiéndose con nuestras ropas y colocarse nuestros zapatos.

Me pregunto si una vez que ya no estamos, habrá alguien que se preocupe en seguir uniendo las teselas que dejamos huerfanas y abandonadas. Si habrá alguien que se interese por esa persona anónima que fuimos, que busque en ese mundo en el que vivimos, pequeños fragmentos para moldearnos. Quizá no sea necesario escarbar mucho, ni sumergirse demasiado para darse cuenta de lo desconocidos que algunos podemos llegar a ser para el resto. Desafortunadamente, seguimos siendo teoremas, cuya demostración no interesa a la mayoría de las personas, con las que nos cruzamos en nuestra rutina diaria. Tal vez sea mejor así. Quizá seamos una versión moderna de esa madrastra que se asoma al espejo y en lugar de preguntarle quién es la más guapa, le indica con que imagen de todas las posibles se queda… Quizá vemos lo que queremos ver, porque es más fácil quedarse en la superficie que rascar y aventurarse a encontrar otras facetas que no esperábamos…

Quizá haya demasiadas anotaciones invisibles en ese diario que no escribimos…

28.4.09

Eternos amantes

Paseando por aquel camino de los chopos, donde los enamorados graban eternamente su amor efímero, uno no puede dejar de respirar ese romanticismo nostálgico que está impregnado en cada estrofa de agua.

Paso tras paso, uno no puede dejar sentir esa magia que palpita entre esos dos viejos amantes que se buscan cada amanecer, cuando esa tierra árida y fría se despierta bajo las caricias de ese río que la abraza hasta hacerla suya. Siempre ahí, a su vera, como esa sombra que la acompaña. Siempre, incluso cuando le da la espalda, el sigue ahí, ronroneándola, agasajándola con el trinar de los pajarillos cada amanecer, acariciándola con sus piraguas, poniendo una alfombra verde repleta de flores a sus pies cada primavera, esperando que le busque antes de que el sol se esconda…

El es el espejo en el que ella, desde lo alto, se mira tímidamente, el amante tierno y paciente que vive soñando y sueña viviendo con un nuevo despertar a su lado…

21.4.09

Titubeamos

Nacemos y la vida se encarga de ir colocando en nuestra mochila existencial pequeñas piedrecillas que, a veces, nos ayudan a tener los pies en el suelo y otras, son un lastre que nos impide volar con libertad. Los fracasos, las decepciones encharcan nuestras ilusiones y hacen que nuestros pies se hundan en ese fango que dificulta nuestro avance. Es fácil hundirnos en nuestras miserias, cerrar los ojos y sentir el miedo como una segunda piel.

Nadie nos habló de la letra pequeña que todo contrato, incluso el vital, encierra. Crecimos bajo la sombra de los desasosiegos de los que nos rodearon, absorbiendo como esponjas que somos. la ansiedad que el día a día produce. Y seguimos avanzando sacudiéndonos el polvo que se posa sobre nuestros hombros en este polvoriento camino que recorremos. A veces más que andar, arrastramos los pies. Nos sentimos torpes, indecisos, trabados por los miedos y las desilusiones. Avanzar se convierte entonces, en una lucha por abrir una senda en medio de un paraje donde las malas hierbas y las zarzas han crecido a su libre albedrío. La incertidumbre es nuestra compañera de viaje. También el miedo a equivocarnos, a tropezar de nuevo, porque sabemos que en cada caída, vuelven a despertarse nuestros fantasmas y a abrirse viejas heridas.

Nos repetimos, intentando autoconvencernos, que debemos saborear la vida sin miedos, pero no podemos dejar de enviar desde nuestro inconsciente señales de precaución, cada vez que giramos una esquina o pasamos bajo una escalera. Queremos volar libres, pero seguimos unidos a ese cordón que nos une con nuestro ayer… Recelamos de ese claro que aparece en nuestro sendero, buscamos la manzana prohibida que todo paraíso encierra y nos disponemos a morderla, porque nuestras desconfianzas e inseguridades nos impiden ver más allá.

Llevamos buscando tanto tiempo ese oasis que cuando lo tenemos frente a nosotros, no podemos dejar de preguntarnos si es real o sólo un espejismo, un juego caprichoso de la vida,… como aquellas pompas de jabón con las que jugábamos siendo niños y se explotaban cuando intentábamos atraparlas... Hemos crecido y ahora tenemos miedo, a veces, hasta de ilusionarnos

17.4.09

Riendo

No reímos porque seamos felices. Somos felices porque reímos. William James

La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son. Winton Churchill

La risa es como los limpiaparabrisas. Nos permite avanzar, aunque no detenga la lluvia. Gérard Jugnot

La risa es la distancia más corta entre dos personas. Víctor Borge

Unos persiguen la felicidad, otros la crean. Anónimo

8.4.09

Entre puntos y comas

¿Qué viene detrás de un punto?
¿De qué color es el silencio?
¿De dónde vienen los suspiros?
¿A qué sabe la lluvia?

¿Qué queda cuando ya no hay nada?
¿Por qué se deshojan las flores?
¿Cómo se llega a la isla del tesoro?
¿Qué es lo que nunca me dirás?

¿Cuánto son dos y dos?
¿Me miras o me ves?



1.4.09

Ocasiones especiales

A veces creo que ha llegado el momento de resumir estas décadas con aquel detalle que siendo apenas una niña me hicieron llegar y que durante estos años ha sido vigía de mis idas y vueltas.

Siempre pensé, o al menos al principio, que sería la copa de vino en mi mano en uno de esos momentos especiales, las burbujas de champan en las que bañarte, la rubrica de la firma... pero nunca llegó ese instante, o no supe reconocerlo... Dejé que envejeciese como buen rioja, sin miedo a que el paso del tiempo lo avinagrase y tatuase en él también, arrugas y canas...

Fiel compañero en este viaje sin retorno, no puedo dejar de preguntarme si esa ocasión existirá, si habrá una circunstancia en el que yo consienta que desaparezca entre las grietas de un instante efímero bendecido por sus intensas lágrimas rojas...

23.3.09

El tiempo pasa


Las estaciones son como una lima que trabaja sin ruido.
Proverbio italiano



Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.
Neruda


El tiempo pasa y no de largo
y hay quien no se entera que
somos los mismos envueltos en novedad…
Miguel Bose - El mundo va

20.2.09

12, 11, 10,..1, nada

A menudo me sorprendo preguntándome qué soy para ti, si es que realmente soy algo, si es que alguna vez fui algo más que un nombre abstracto, una ilusión óptica que se cruzó en tu camino. Me gustaría saber si alguna vez me viste como algo más que un cabo al que asirse en un momento de desesperación, una cruz en un formulario o un pasatiempo en una sala de espera.

No busco respuestas ni desenredar esta maraña de realidades e ilusiones, aunque me alegría tropezarme con ellas. Quizá sólo sea una manera de ir uniendo las trozos rotos, de ir recolando cada cosa en su lugar, ir bajando las persianas y cerrando las puertas de cada estancia…

A menudo me sorprendo preguntadome qué fue real y qué soñé, a dónde emigran las respuestas, y los porqués… Tal vez sólo son, soy simples cenicientas mientras suenan las doce campanadas…

19.2.09

Renunciamos

Nacemos con los ojos cerrados. Quizá por eso no distinguimos los juegos de sombras en la oscuridad. Nos obsesionamos con retener instantes fugaces, con buscar una felicidad que se nos escapa de las manos y nos sentimos insatisfechos cuando no logramos nuestras metas. Llevamos demasiado tiempo siendo molinos pero somos incapaces de retener el viento.

Estamos hechos de sueños y engaños. Los científicos dicen que nuestro cerebro es crédulo, que activa el mismo grupo de neuronas al percibir la realidad que al imaginarla. Pero nosotros preferimos teñir nuestro mundo del color de nuestro ánimo, y adentrarnos en él, como si fuese un bosque encantado. Vemos la realidad que queremos ver, escuchamos lo que queremos escuchar… Somos subjetivos inevitablemente. Nadie puede ser imparcial cuando forma parte…Algunos dicen que nunca llueve sino diluvia. Los pequeños chubascos y las ligeras lloviznas apenas nos molestan. Pasan desapercibidos, casi ni las notamos. Sólo cuando hay un verdadero chaparrón nos hacemos conscientes del clima. Y entonces, nuestro cántaro cae al suelo, se desparraman nuestras ilusiones y nuestro mundo se rompe en cientos de trozos de loza. Los límites se difuminan como lágrimas en el mar. La alegría y la pena están separadas por una frontera del grosor de un sedal para las personas sensibles. Para ellos, vivir es caminar por el filo de ese cuchillo, asumir el riesgo de la emociones en su estado más primitivo, jugar cada juego como si fuese quizá nuestra última partida.

Vivir es suscribirse los vaivenes de la vida, pasar o aceptar el órdago que nos lanza cada amanecer. Autoengañarse es un paraguas en un día de viento y lluvia, un préstamo temporal a un alto interés. No hay secretos para vivir o, quizá haya demasiados. Apenas una gota puede separar el todo al nada, el vacío al lleno… No somos el burro al que el granjero coloca una zanahoria a unos pocos centímetros de si para que siga dando vueltas a la noria, y si lo somos, lo somos concientemente. La vida está llena de abandonos, de promesas caducadas, de sueños rotos. Dicen que querer también es renunciar. Es admitir nuestros límites. Asumir que quiero pero no puedo… Es mirarse desnudo frente al espejo y, a pesar de nuestros defectos, quererse…

Hay días en los que uno se levanta de la cama convencido de que ha llegado el final de un viaje…

17.2.09

Recuperando

Es época de mudanzas, de embalar recuerdos y nostalgias, de cerrar el paraguas y asumir el riesgo que supone dejar que la lluvia refresque la piel y, quizá, constipe el alma…

La coherencia es el pegamento que une cada uno de esos fragmentos que somos. El cómo nos ven, cómo creen que somos depende no sólo de los ojos con que nos miran, sino tambien, de cómo actuamos nosotros.No sé cuándo fue, pero se qué existió ese instante en el que uno sabe en su interior, que ya no es el mismo de antes. Más que verlo, uno lo siente. Los titulares dan paso a los suplementes. Es hora de asumir la responsabilidad de llevar el testigo en esta carrera de relevos que es la vida.

Uno puede cerrar los parpados, tapar sus oídos, pero no debe dejar de ver y escuchar lo que siente, lo que quiere… Buscar la salida de su laberinto, avanzar en su camino... Autoengañarse está prohibido. Le pido a la vida que me seduzca cada día,.. Busco sus guiños en el deambular de las horas y las imágenes, en los rostros de la gente desconocida con la que me cruzo, en las palabras y también en los silencios. También en los incondicionales.Es época de buscarse un amante*, u otro más, que nos permita encontrar el latido intenso de la vida, que nos haga cosquillas y nos de la motivación para levantarnos cada mañana sonriendo…
(*) Lo que nos apasiona, lo que nos motiva

12.2.09

Limón verde

Nada existe sin sentido, y ese sentido es lo que busco, lo que hace que repase detalles buscando resolver adivinanzas.

Dime tu nombre mientras cierras la puerta. Regálame una caricia con tu mirada mientras te observo.

Escucho el silencio. Aprendo de la nada. Mastico el vacío de la mañana y me releo.

Tras tus manos frías no existe un corazón caliente, sino un alma que arde. Pero el fuego de las almas se extingue en los días helados del invierno, en las mañanas sin norte, en los precipicios de los atardeceres.

Necesito sonreír sin pensar que el amarillo del limón es verde, que las naranjas son amarillas como los pomelos. Necesito pensar que tus besos existen.

Cerraste la puerta, y yo me quede tu limón verde, el que dijeron que era lima...

Amanece lento, como las cosas que llegan desde la nada y están aún más lejos, como las cosas que no son, que no están. Despierto en el día, en el momento perfecto, cuando aun siento el calor de tu compañía, cuando no creo que existan los versos, cuando aún te veo en mis sueños

Me vuelvo a la nada. Escondida en el vuelo de las miradas, entre chimeneas de humo, cuando el limón verde caiga en un vaso y me mires sin verme...

6.2.09

Aire, Agua, Fuego y Tierra

Fuiste las agujas de mi reloj, el brillo de mis pupilas, el color rojo de mi sangre, la suavidad de las caricias, el latido intenso de mi corazón.
Fuiste el aire que respiré, que me arrastró hasta elevar mis pies del suelo y me permitió volar. La gota de rocío que me despertó de mi sueño. El agua que dibujó surcos en mi piel y calmó mi sed.
Fuiste el fuego que nació de la nada y lo arrasó todo. La llama que creció entre material inflamable. La tierra soñada que nunca dejó de ser prometida y esquiva. El campo fértil que arrasó el fuego y arrastró el agua hasta el fondo del ese baúl de recuerdos que el aire no dejó aún cerrar.
Fuiste el motor y ahora eres el freno, la palada de cal y también la de arena, la sombra alargada de un pretérito empeñado en ser perfecto… ¿Qué eres ahora para mi? Dimelo tú.

Nada es real hasta que se experimenta. John Kyats.
Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una. Quevedo

29.1.09

Por los viejos tiempos



Por aquel tiempo pasado en el que los verbos fueron los protagonistas, y los
comentarios de un anónimo una gran motivación para seguir escribiendo y al que no pude dar las gracias.


Nacemos y empezamos a escribir nuestra historia. Llegamos a este mundo solos y del mismo modo partiremos de él. Con las manos en los bolsillos, sin mas equipaje que lo vivido y los remordimientos de lo que no nos atrevimos a vivir. Somos buscadores de tesoros entre las ruinas de nuestros castillos de sueños, náufragos que alcanzaron la orilla de una isla abandonada. Creímos encontrar el paraíso y descubrimos que era el desierto de las desilusiones. El mismo tiempo que un día nos dio alas, tiñe de escepticismo nuestra mirada.

Nubes negras reemplazan al cielo azul de nuestra infancia. Laberintos de palabras que ya no son cuentos con finales felices, sino realidades que afloran en nuestra cotidianidad para atormentarnos con paraísos perdidos e infiernos encontrados.

Hemos ido creciendo en una sociedad que avanza por inercia, que no pregunta por miedo a escuchar algunas respuestas, que acalla la conciencia con discursos mediocres, que abandona cuando llegan las cuestas. Nos hemos amparado en el nosotros y el conformismo, en el esto también pasará y mañana será otro día, como aquel elefante prisionero por una diminuta estaca.

Repetimos que lo importante es vivir el día a día, que estamos bien, que somos afortunados como si al hacerlo nos pudiésemos autoconvencer, y amordazar a esa amargura que recorre nuestras venas.

Vivimos con la esperanza de que sea mañana ese día en el que encontremos entre los escombros de nuestra existencia, la lámpara que cambie nuestra suerte, y nos permita pedir al genio que ella habita nuestros tres deseos…

24.1.09

Condenados a ser libres

Estamos condenados a ser libres, a recoger los frutos de las semillas que sembramos, y que crecen en nuestro mundo transformando en consecuencias las acciones previas. Dicen que cuando llega uno a cierta edad, uno deja de ser protagonista de sus acciones, que su mundo se ha transformado en una selva y abrirse camino en ella resulta cada vez más complicado. Han crecido los hierbajos de las decepciones, duelen las espinas de los sueños rotos, las alfombras de pétalos arrancados a las rosas…

Cumplimos condena de lo que un día fuimos, pero también de lo que hoy somos y decidimos. No es fácil encontrar respuestas a las preguntas que nadie se atreve a formular en voz alta, los consejos son soldados en el campo de batalla, pero quien empuña la espada, somos nosotros.


Decidimos, tenemos esa responsabilidad, incluso cuando "nos dejamos llevar" estamos decidiendo "dejarnos llevar". Somos responsables de nuestra inercia y de nuestro movimiento. Los demás aportan su visión de las cosas, pero los que realmente decidimos o debiéramos decidir somos nosotros, conocedores de esa parte de las cosas que se queda entrelineas, que no aparece en la superficie sino que queda anclada entre los latidos del corazón.

Estamos condenados a decidir, y nadie puede cumplir nuestra condena a ser libres, o al menos, a intentarlo...

22.1.09

Fragmentos de cántaro

Es la historia de una obsesión, de una imagen que se repite en la memoria, de un eco que se hace hueco entre tanta racionalidad y nos empuja a regresar como si fuésemos delincuentes y hubiésemos allí cometido un crimen. Es la necesidad de recrear un momento que se nos escapó de las manos, de mirar frente a frente, sin las cataratas del romanticismo nostálgico. Es volver para poder volar, para confirmar que una vez estuvimos ahí, y corroborar que la memoria es una joven caprichosa que selecciona a su antojo qué y cómo lo guarda.

Es recoger los mil pedazos en los que se ha roto nuestro cántaro, mientras la tierra escupe la leche sobre ella derramada. Es volver a recoger los pasos dados y caminar hacia atrás, mientras los pensamientos se rebobinan: el ternero se convierte en cerdo, el lechón en cien pollitos y el canasto de huevos en un cántaro de leche camino del mercado.

Es rehacer el camino con los pies, y continuar andando con nuestras reflexiones. Uno puede regresar cientos de veces, andar el camino milimétricamente como si de laberinto se tratase, en el que estamos encerrados, pero nuestros pensamientos son caballos salvajes que no atienden a la brida…

19.1.09

Sorprender

Desembarcamos en este mundo ligero de equipaje, pero con los bolsillos llenos de esa capacidad de sorprenderse que se pierde según vamos creciendo. El cristalino de esta sociedad pierde flexibilidad a la par que nosotros nos vamos adaptando sin revelarnos a esa perdida gradual. Las arquitecturas personales se devalúan, se vuelven opacas,… Es una especie de amputación de alguno de los fragmentos del alma –piensan algunos. Es una especie de tirita que protege las heridas del alma –dicen otros.

Esta sociedad moderna avanza a pasos agigantados, aniquilando esa sensación que hace que nos frotemos los ojos para ver si estamos viendo bien, anestesiando ese mundo de emociones que sacuden nuestro interior cuando algo incomprensible nos ocurre…

En estos tiempos, sorprender es un valor en desuso, lo raro se ha convertido en común, y lo incomprensible es demasiado frecuente en nuestra vida diaria.

Demasiada información, demasiado de todo, va arruinando ese rincón humano habitado por la inocencia y la sensibilidad. Ese conformismo y esa mediocridad que amenaza con convertir en más de lo mismo nuestros días crecen sin que nada ni nadie ponga barreras.

Quizá lleven razón los que piensan que la perdida de esa capacidad de asombro, nos va convirtiendo poco a poco en seres grises, en estatuas de sal


Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender. Ortega y Gasset

11.1.09

Cuando envejecen los sueños

Algunos creen que ya va siendo hora no sólo de poner el punto final, sino también de cerrar el libro e incluso de arrojarlo al fuego para borrar de los recuerdos que alguna vez existió. Es más, algunos sugieren incendiar la biblioteca y salir corriendo hasta el lugar más alejado al que las fuerzas permitan llegar. Pero no siempre es posible. A veces, uno escucha consejos y los razona intentando autoconvencerse del camino a seguir. El único y más sensato. Pero en su interior, uno sabe que aún no es el momento, que aún quedan rescoldos por recoger, y preguntas que necesitan una respuesta.

Quizá necesitamos ver con nuestros propios ojos la realidad, sentir los zarpazos en nuestra carne, y derramar alguna lágrima antes de asumir con el corazón lo que la razón lleva tiempo repitiéndonos como un eco. Quizá algunos necesiten no sólo perder la guerra sino derramar hasta la última esperanza en el campo de batalla, antes de poder recoger sus pedazos y poder continuar deambulando por el laberinto. Quizá uno deba seguir caminando en círculos hasta que la fuerza centrifuga le empuje tanto que uno sepa que ha llegado el momento de seguir en línea recta.

Dicen que el tiempo es como una carretera en la que envejecen los sueños… Lástima que algunos se abandonen en alguna cuneta…

9.1.09

H2O

Nacemos a borbotones o simplemente gota a gota, avanzamos rápido o despacio, arrastrando sedimentos o sólo sorteándolos porque no tenemos fuerzas más que para rodearlos. El relieve y las circunstancias van marcando su curso. Descensos rápidos y pantanos de descanso, caminos de agua que discurren en el devenir de la vida. Senderos que se escriben con trazos húmedos y palabras cristalinas, que se cuelan a veces por las profundidades de esa epidermis de tierra.

Venimos de la nada, vivimos asumiendo o evitando retos, dibujando el devenir de nuestros pasos, hasta confundirnos en el olvido de la inmensidad del mar…

"Si supiera dónde nacen las ideas, volvería siempre a ese lugar". Jon Bilbao

2.1.09

"Somos lo que soñamos ser y ese sueño no es tanto una meta como una energía. Cada día es una crisálida, cada día alumbra una metamorfosis. Caemos, nos levantamos. Cada día la vida empieza de nuevo. La vida es un acto de resistencia y de reexistencia; vivimos, revivimos. Pero todo se sostiene en la memoria. Somos lo que recordamos, la memoria es nuestro hogar nómada. Como las plantas o las aves emigrantes, los recuerdos tienen la estrategia de la luz. Van hacia adelante, a la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor. Hay un dolor parecido al dolor de muelas, a la pérdida física, y es perder algún recuerdo que queremos. Esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida. Por eso, hay una clase de melancolía que no atrapa, sino que nutre la libertad. En esa melancolía como espuma en las olas, se alzan los sueños."



Manuel Rivas