3.11.09

Hoy no. Tal vez mañana

Acaricié mi reflejo en el agua y soñé con desparecer junto a él. Quise perderme en el anonimato, cubrirme con vestimentas de olvido, alejarme por la vereda que la niebla borra… Quise ser silencio, fundirme con el tono sepia de los recuerdos, viajar como polizonte en un barco de papel, naufragar en el país de nunca jamás… Quise volar sin alas, merodear entre los escombros, vagabundear por lugares abandonados…

Caminé por el borde de los acantilados sin preocuparme si una ráfaga de viento me alejaba para siempre de este lugar… Dice Fernando Pessoa, que la angustia es el precio de la libertad, y en mi bolsillo, aún quedaban algunas monedas…

3 comentarios:

  1. Hermosa manera de evadirse, de querer volver al pasado. Saludos!

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  2. Que las monedas sean gastadas a tiempo...

    Un biko grande.

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  3. Pero hay cosas que un@ desea y, ni la angustia ni la libertad ni las monedas, pueden darnos.

    Besos

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