Nacemos y alguien nos dice que con esas manos moldearemos un mundo de barro y sentimientos. El tiempo ha sido un espectador impasible que nos ha visto crecer mientras nos asomábamos a ese espejo donde nos reflejamos.
A veces, sentimos la necesidad de abrir esa ventana de nuestro interior. Vemos lo que somos, escuchamos cómo los demas nos ven, y nos preguntamos cuánto tendremos que rascar en nuestra piel para descubrir cómo es realmente el que se esconde bajo ella.
Hay momentos en los que necesitamos encontrar respuestas a preguntas que vemos escritas en un atardecer, en una gota de rocío, en una mota de polvo.
Dicen que el futuro está anotado en un papel, bajo una pegatina que debemos rascar. Algunos escogen guardar ese sobre cerrado en los bolsillos del olvido, otros prueban su suerte observándolo a contraluz, y los menos, frotan ese cuadradito con manos firmes y ojos brillantes de esperanzas...
Hay instantes en los que nos olvidamos que el día a día se llena de rutina, que es necesario frotarlo, e incluso rascar para encontrar ilusiones bajo esa capa de tedio que nos ahoga.. Eso es para algunos, la vida. Eso somos nosotros