Nacemos y se rompe la calma. El aire arrancaba sonidos de nuestra garganta y entre muecas las palabras se escapaban de nuestros labios. Mirábamos e imitábamos, probábamos a emitir silabas que ser convirtieron palabras, y seguimos uniendo piezas como si de un mecano se tratase.
Nos enseñaron gramática, sintaxis y morfología de las palabras. Las pusimos bajo microscopios y las seccionamos con bisturís. Arrancamos su esencia en los diccionarios y buscamos sustitutos entre los sinónimos
Nos dijeron que eran la base sobre la que edificar la comunicación, pero nadie nos explicó cómo descifrar lo que se dice sin ellas, con un gesto o con una mirada.
Aprendimos que las palabras a veces se disfrazan con ironía, con metáforas de carnaval, con dobles sentidos, con aromas que desfiguran lo que son o lo que quieren decir.
Decimos cosas pero no siempre lo que oímos es lo que nos dijeron o lo que nos quisieron decir. Interpretamos lo que percibimos y también los silencios. Somos eternos aprendices.
Nos comentan que no hay preguntas sin respuestas, sino preguntas mal formuladas. Nos mostraron que el silencio es la respuesta más completa una pregunta sencilla, la que nadie espera pero que muchos necesitan. Nos recomendaron que hablesemos con el lenguaje del que nos escucha para decir lo que pensamos, pero no resulta fácil colocarse en la piel del otro .
Nos recordaron que la característica fundamental de la comunicación es que sea bidireccional, pero nos hemos quedado en los discursos y en los monólogos. Nos aseguraron que un hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras, pero se olvidaron decirnos que tantos los unos como los otros nos pueden hacer mucho daño.
Hablamos, y hablamos... pero dos monólogos no constituyen un dialogo, y el silencio sólo debe romperse si es para mejorarlo.
Mucha verdad encierra este post. Dicen que si no hay nada mejor que decir, es mejor callar. Las palabras no se las lleva el viento... al contrario causan heridas que podrían dejar grandes cicatrices :(
ResponderEliminarUn saludo!
;o)
desde hace tiempo q sigo tus post. y siempre veo que encierras en tus titulos, la palabra amo(r),... me ha gustado descubrir eso. besosss
ResponderEliminarSí, la palabra. El poder de la palabra. Y el lenguaje no verbal. Una mirada...
ResponderEliminarcomunicarse.
besos
Cuántas cosas importante se quedaron sin aprender por el camino.
ResponderEliminarMe gusta pensar que no es tarde, y que el esfuero por comunicarse de dos, sí puede convertirse en un diálogo.
Hablamos y si es para hablar de más, a veces es mejor guardar silencio.
ResponderEliminarDe todas maneras, para los que amamos las palabras, los silencios son una tortura. Los entendemos, los desciframos, incluso vivimos con ellos, pero en el fondo nos restan ganas de vivir.
Besos muchos
Hablamos y a veces dañamos con nuestras palabras, pero no solo se habla con ellas... cuanto dice una mirada, una caricia...
ResponderEliminarUn saludo
"Nos comentan que no hay preguntas sin respuestas, sino preguntas mal formuladas." Nunca estuve de acuerdo con quien afirma esto. Todo lo contrario, creo que tenemos el deber de formular todas las preguntas, bien o mal, y de buscar todas las respuestas. Aún con el convencimiento descorazonador de que es imposible encontrar algunas respuestas.
ResponderEliminarPalabras... A veces me parece que existen mil y un palabras para cada palabra, porque muchos hablan pero no se entienden.
ResponderEliminarNo hay mayor indiferencia que hablar y no ser oído, diferente es que no te entiendan, a pesar de hablar el mismo lenguaje, no hay fronteras en las miradas.
ResponderEliminarExcelente tu post.
Para mejorarlo o para empeorarlo. Soy de las que creen que el silencio siempre debe romperse, salvo que sea porque se estan mirando, amando o disfrutando. Pero cuando hay que aclarar algo, el silencio puede ser una especie de tortura, donde no es justo para ninguna de las partes. Es cierto que los silencios tienen que ver también con los tiempos de uno, y en ese sentido hay que respetarlos, pero los silencios prolongados son también respuestas. Un abrazo.
ResponderEliminarEs fundamental la comunicación, casi de cualquier tipo. Nos comunicamos hablando, escribiendo, sonriendo o incluso, guardando silencio, aunque estos a mi personalmente no me gusten mucho, pq se pueden malinterpretar.
ResponderEliminarBesoS
El silencio en ocasiones suele ser necesario: te sirve para reflexionar, para poner en orden tus pensamientos o bien para vaciarte y volverte a llenar de nuevo; también es cierto que hay silencios que matan.
ResponderEliminarAbrazo.
Dos oídos y una sola boca... dicen que para escuchar el doble de lo que se habla...
ResponderEliminarLas palabras son necesarias, los silencios también... cada cosa en su justa medida: A veces hablamos demasiado, y en ocasiones, callamos más de la cuenta. Lo que casi nunca hacemos lo suficiente, es escuchar...
A veces no son necesarias las palabras cuando hay silencios elocuentes.
ResponderEliminarmuchos besos.
Todo sabemos hablar, mejor o peor, pero ¿y escuchar? ¡Cuantos diàlogos entre sordos (y ciegos)¡
ResponderEliminarMírame a los ojos y calla.
besos
Flor de luna
ResponderEliminarHace frío en la noche
La luna iluminada
Y la flor se pregunta
Por el sol y por el agua
La flor que sola está
Se preguntá porqué
Está en soledad.
Soledad que quiere
Soledad que busca
Soledad que encuentra
Porque la luna esta con ella
Flor, tu no estas sola
El mar juega con la luna
La luna coquetea con el mar
La flor busca en la luna
Poder llegar al mar
(Gracias luna, por acompañar a la flor.)
besos.
Enseguida nos enseñaron y aprendimos a hablar, pero paralelemente nos fuimos olvidando, porque nadie nos lo recordó, del lenguaje del corazón.
ResponderEliminarUn saludo
Y a mí que el tema de las palabras me raya... siempre he creído que una vez nos enseñaron el lenguaje nos condenaron a una celda de "as","bes" y "equis" de la que nunca podremos salir. Leeré aunque no quiera, y entederé o escucharé aunque me niegue a ello, y habré de etiquetar, todas y cada una de mis sensaciones y emociones con un sonido determinado.
ResponderEliminarY ni siquera esto es lo peor, porque al final resulta que las palabras están por encima de la idea y quien las domina, quien las maneja a su antojo transforma la realidad y la gobierna.
Pues eso.
A mi me gusta descubrir lo que hay en los gestos y sobre todo detrás de la palabra escrita, sobre todo se puede aprender de alguien en algunos casos, más por lo que no se dice que por lo que se dice. Besitos.
ResponderEliminarsomos, estamos, hablamos, callamos, nada es perfecto, pero tratamos siempre que todo lo que se hace y se dice, solo sea para alcanzar un sueño, un amor o un camino de sonrisas.
ResponderEliminarllegamos al mundo sin pedir...luego le pedimos al mundo poder caminar
estan dificil volverse adulto a veces, dejamos muchos sueños en el camino y nos apoderamos del mundo y ya no jugamos con el
mi abrazo y muchos cariños, que tengas una bella semana
besos y sueños
cuantas veces me ha pasado que soy esclava de lo que digo, sin pensar...o tal vez de los silencios que guardo en lo mas profundo...
ResponderEliminarlindo tu texto...me hizo pensar demasiado...uff
besos
A veces he echado de menos una palabra que distinga como distinguimos oír y escuchar , o quizás la haya y yo no la conozca... quizás la solución no esté en hablar , sino en decir , decir cosas que no hablamos , o hablar de las que no nos decimos.¿quién peude distinguir esa delgada línea roja ?
ResponderEliminarUna gran reflexión , que a la vez nos hace reflexionar.
Un beso y todo mi agradecimiento.
Después de escucharte me quedo con una frase: Nos recomendaron que hablesemos con el lenguaje del que nos escucha para decir lo que pensamos, pero no resulta fácil colocarse en la piel del otro.
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