28.1.10

Baches existenciales

Era una conversación informal, de esas que se forman en improvisados corrillos de lugares sin nombre propio, una de esas charlas intrascendentes que deambulan por los cerros de Úbeda hasta llegar a un destino improvisado. Acabaron hablando de la vida en primera y tercera persona, de cómo el destino describe caminos no previstos, de los atajos y también de los rodeos que se dan, de cómo el día a día zarandea el inestable equilibrio... Intentaban colocar piezas en una historia narrada a dos voces, descartando aquellas que aparentemente no ajustaban, encajando otras que habían pasado desapercibidas anteriormente…Tantas visiones de lo mismo, como ojos que miran, tantas reflexiones como cabezas dispuestas a pensar y analizar, escuchan… y siempre esa sensación de retorno.
Ese regreso a un mundo que ya no nos pertenece, o no al menos como nos gustaría, ese intento de volver a un refugio que sólo existe en nuestra memoria, a un tiempo pasado que nos ayude a encontrar un futuro aún sin escribir… o simplemente que nos anestesie un poco ese malestar que se produce cuando las historias agitan nuestras entrañas. Todos los paraísos, parece ser, tienen su serpiente. La sociedad está llena de túneles desconocidos, de recovecos en las relaciones interpersonales. Demasiada letra pequeña, que leímos por encima, o no leímos, en contratos que un día firmamos como indefinidos y resultaron ser hasta fin de obra. Todo es relativo. También nosotros y lo que sentimos.

"No podemos cambiar las cartas que nos han repartido, sólo podemos tomar la decisión de cómo jugaremos esa mano" R. Pausch

2 comentarios:

  1. Me gusta tu referencia a "Demasiada letra pequeña..."

    Todo es relativo, pero dentro de ese todo hay cosas esenciales, vitales, que de repente no son relativas. Depende de la perspectiva como leí hace poco en el blog "Entre 4 paredes".

    Un abrazo y buen fin de semana

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  2. Todo cambia aunque no queramos. Y esperamos encontrar eso que ya tenemos. Creemos que en los demás va a aparecer algo a lo que agarrarnos, como tú dices, un refugio. Y es en el día a día, en el momento, en el instante, en el escribir ahora estas líneas, donde está el secreto. No vemos la letra pequeña porque no la queremos ver, hasta que nos damos el estacazo, hasta que vemos la realidad.
    Hace poco una amiga se encontró la suya, su realidad y me preguntó que podía ahcer con ella, que tenía que hacer...
    Le respondí que hiciera lo mismo que en algún momento hice yo. Esa realidad no la puedes cambiar respecto a los demás, pero respecto a tí, si que puedes hacerlo, así que construye tu propia realidad, la que te ayude a continuar avanzando...
    Besos

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