Y mientras tanto, continúa tu camino descubriendo el infinito en la línea del horizonte dibujada con tus sueños. Sigue atrapando ideas e ilusiones. Sigue construyendo castillos con naipes de recuerdos. Sigue buscando tesoros escondidos en alguna parte del pasaje que llevas recorrido…
Tomate algún respiro. Disfruta de las sobras alejadas del camino soleado, del anonimato anhelado, de las novedades recién florecidas, del silencio acogedor…. y regresa a la vereda, con atajos o sin ellos, en algún punto del camino…
Y mientras tanto, amordaza la nostalgia, no siembres el camino de lo que pudo haber sido como si el mañana fuese un fruto prohibido. Deja que un nuevo amanecer, te prometa el paraíso y te muestre nuevas sendas en el mundo de los sentidos…
Esta bien no cerrarse en las idedas preconcebidas y abrirse también a lo desconocido.
ResponderEliminarMe ha gustado el optimismo de tus letras.
Un saludo.
Niña, hay veces que el pasado te persigue, y aunque te echas a la derecha, y das el intermitente invitando a que te adelante, se queda ahí, detrás, como vigilando, y no eres capaz ni de acelerar, ni de parar. Te sientes atenazado, viajando lentamente, pendiente del retrovisor, y del incómodo acompañante que detrás tuyo, parece adivinar tu siguiente movimiento.
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