Pienso mientras escribo si seré capaz de pasar de los sentimientos a los hechos, o si, por el contrario, el subconsciente volverá a llevarme por los cerros de Úbeda, donde las ideas parecen cobrar entidad y disfrutar de la libertad. Consulto cómo guiar esas ideas a través de una vereda, y encerrarlas en un corral, esperando a ser domesticadas. Investigo qué veneno hemos consumido para querer domar la belleza de los espíritus libres, que un día nos sedujeron.

Escribo mientras pienso en las piruetas de las ideas en libertad, en su espontaneidad, en sus juegos imprevistos, en sus misterios..
Vaya mes que llevas. Intenso, emocionante y deseado.
ResponderEliminarNo soy tan fuerte (ni quiero serlo) como para separar esas ideas de la persona que las escribe, así que no puedo evitar decir que no siempre hay que luchar contracorriente, que hay veces que dejarse llevar no te hace romper tus principios...
Es un placer leerte, aunque reconozco que preferiría no hacerlo si eso hiciera que quien lo escribe tuviera menos dudas.
De los sentimientos a los hechos... encerrar a un espíritu libre. Es dificil y complicado; y seguramente si cambiamos a ese espíritu libre, nos dejará de seducir.
ResponderEliminarVivir, es tener recuerdos. Somos quienes somos gracias a lo vivido.
El fluir del tiempo.. esa es la libertad.
Besos.
Fuzzy