Hay lugares de los que uno nunca se acaba de ir, a los que uno regresa una y otra vez, como si esperase encontrar en una de esas visitas recurrentes, algo que ha perdido, que no acaba de encontrar...Hay lugares que van con uno mismo, allí donde uno vaya, sin importar los kilómetros y el tiempo, a los que uno regresa con la memoria (y con los pies) para reencontrarse con uno mismo y sus momentos, ...
Hay lugares que son la banda sonora de nuestra vida, los colores de nuestro horizonte, la mantita de colores donde cobijarnos...