Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
José Hierro
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"Yo sé que te he querido mucho, aunque no recuerdo quién eres". Versos de Dámaso Alonso, citados por José Hierro en Cuaderno de Nueva York. Un beso.
ResponderEliminarNo conocía este poema, y me ha hecho pensar, si la nada, era todo, o si el todo, era la nada.
ResponderEliminarUn beso.
fuzzy