[...] el mundo era una ruleta que daba vueltas sin detenerse, pero, desde hace ya años, aquella noria se ha convertido en una gran rueda que sólo gira si se la empuja. Y para empujarla hacen faltan fuerzas, esas fuerzas que a mí empiezan ya a faltarme
[...] Nos pasamos la mitad de la vida perdiendo el tiempo y la otra mitad queriendo recuperarlo
[...] las palabras, sin nada que nombrar, se borran
[...] todas las épocas se terminan y lo mejor es dejar que se desvanezcan en lugar de prolongarlas artificialmente en el tiempo como he visto hacer a muchos ignorando que la naturaleza de éste es precisamente su fugacidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario