Cuando uno camina por ese laberinto de muros de piedra, uno no puede evitar cerrar los ojos e imaginar cómo podría ser hace unos siglos la estampa real de ese cerro donde el cierzo sopla insistentemente. Defender su tierra les convirtió en héroes y les condenó a muerte.
Dicen que uno debe irse para quedarse para siempre. No hay camino de retorno cuando se cruza ese umbral. Uno sabe que como gotas de lluvia, desapareceremos por uno de esos resquicios que hay en la tierra. Memoria u olvido, vidas que enmudecen y ausencias que se hacen presentes... Vivir es detenerse frente a la nada, sentir que uno empequeñece hasta ser una mota de polvo que sobrevuela lo efímero.
Mientras uno pasea por ese lugar que castigaron con no reconstruir, uno no puede dejar de preguntarse qué es lo que hizo que nada no fuese sinónimo de olvido, sino el nacimiento de un mito, de una leyenda...
...ffhfhhhhhhhhhhhhh...
ResponderEliminarIdeas, solo oigo el viento soplar suave y sin descanso en mis orejas. ¡Cómo describes, como me trasladas!
¡Cómo me has hecho sentir esa nada del la vida, del ser, de la inmensidad del tiempo y lo efímero de la memoria!
A veces somos nada y nos creemos todo o somos todo y nos creemos nada.
ResponderEliminarPienso si mejor será no creerse nada de nada; entonces viviríamos más tranquilos.
Besitos
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ResponderEliminarAsí de efímeros somos,por lo tanto mientras estamos nos queda nada más y nada menos que VIVIR.
ResponderEliminarSaludos.
Creemos nuestra vida muy importante y es la futura historia una vez desaparecidos la que marcará nuestra importancia.
ResponderEliminarSaludos
Soñar con ser y en definitiva somo ya desde el comienzo.
ResponderEliminarBesitos.
Irse para ser recordados siempre....y a veces también pasa en vida...también.
ResponderEliminarBikos niña!
"Dicen que uno debe irse para quedarse para siempre..." Sera lo que estoy haciendo? Me han llegado muy adentro tus palabras...
ResponderEliminarEstaremos ya formando parte de una leyenda y no nos habremos enterado? Un besote.
ResponderEliminarQuizás la dignidad con que vivieron.
ResponderEliminarBESITO
Verdaderamente eran valientes: que frío doloroso había que soportar para vivir allí. Lo suyo y lo de los romanos son otras historias...
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