19.6.08

Siempre fantasee con ese momento.
Su sombra siempre estuvo conmigo. Su ausencia fue la manta me protegió del frío.
Fui dibujando este tiempo, con trazos de tristezas y decepciones, brillos de soledades y polvorientos recuerdos. No me tiembla la mano ni me coaccionan los remordimientos. No oigo los ecos de aquel pasado que se endulzaba con promesas de humo. No hay cantos de sirena ni sonido de mar en el interior de esta caracola.
¿Por qué agotamos hasta el último milisegundo de esa cuenta atrás, esperando? ¿Por qué nos aferramos a la posibilidad de un hipotético milagro cuando la suerte ya esta echada y ejecutada?
Nos hemos hecho mayores hasta para el olvido o, al menos, así nos dijeron una vez.

8 comentarios:

  1. Croe que en el fondo lo hacemos porque queremos negar la realidad, nos resulta más fácil. Presentar a la realidad de frente es muy duro, difícil, pero es lo que hay que terminar haciendo para seguir adelante, presentarla y aceptarla.
    Besos

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  2. Nos creímos aquello de que mientras hay vida hay esperanza... y esperanza sí, pero... no se suele materializar.

    besos

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  3. Para que pensar en el destino?

    Cierto, la suerte está echada, pero tal vez necesitemos de creer en los milagros...

    Saludos.

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  4. Siemptr hay fe y esperanza para enfrentarnos a la reaalidad de cada dia

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  5. Que va, Ideas, lo peor de todo es que ni aún mayores el puñetero olvido se olvida de nosotros...

    En fin,

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  6. esperanza...
    hermoso...
    mil besos

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  7. Y, mira que es difícil hacerse mayor para el olvido, yo diría que, cuanto más mayor, más se agitan los recuerdos...
    Lo del esperar es algo con lo que nacemos y ahí estamos, esperando algo siempre.

    Besos

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  8. Hacer trampa a ese reloj, para que pueda gana al olvido. Llamar luz a la sombra para engañarla :)

    Un besito

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