Somos incluso en el olvido. Al nacer comenzamos a escribir nuestra historia, a veces sin palabras y otras con montones de ellas. Vamos añadiendo a cada paso algunas gotas de ilusión y una pizca de nostalgias. Avanzamos. Siempre avanzamos, incluso cuando estamos inmersos en algún laberinto de incertidumbres. No se pueden recoger los pasos ni desandar lo andado. Somos gotas de lluvia camino del mar.
Nuestra conciencia es nuestro juez y la memoria, el libro que llevamos con nosotros. Cargamos sobre nuestras espaldas sueños y realidades, decepciones y éxitos, viajes de ida y algunos de retorno. Tenemos cicatrices en el alma y escarcha en la mirada.
Somos siluetas en el espejo, reflejos en el agua, sombras en un día de sol, estatuas de sal.
En ocasiones somos un mundo y en otras, cenizas de un fuego extinguido…
Así es la vida, y tenemos que pasear junto con ella y de la mano a ser posible.
ResponderEliminarSaludos.
¡Pero somos! Cenizas, brasa o la luz extinguida tras la puerta de un recuerdo.
ResponderEliminarbesos
Siempre somos un mundo... otra cosa es que alguien o nosotros mismos no seamos capaces de ver más allá de las cenizas que a veces nos cubren.
ResponderEliminarEstás segura de que somos siluetas en un espejo? No estaremos, como Alicia, viviendo nuestra vida al otro lado del espejo? Un besote con sabor a gotas de lluvia, que es lo que tenemos más abundante por aquí últimamente.
ResponderEliminarSomos desconocidos para nosotros mismos. Niña, hoy somos cenizas, y mañana somos mundos. El estado de ánimo es quien nos domina. ¿quien domina nuestro estado de ánimo?. Me ha encantado tu entrada. Saludos.
ResponderEliminarLeyendo por un lado y otro.. leí algo sobre las definiciones... quizás, no debemos de definirnos, ni pensar en lo que somos, ya que nuestra esencia está en el existir, en nuestros actos, nuestros pensamientos. Somos sútiles, efimeros, al tiempo que permanentes y atemporales.
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