La vida nos colocó frente a frente, en el mismo rail. Tú con la piel curtida en cientos de batallas, y yo con la inseguridad que da empezar a abrirse camino. Éramos candidatos a tratarnos educadamente, pero separados por un gran abismo. Y sin embargo, encontramos nuestro punto de equilibrio, sin necesidad de buscarlo.
La vida nos colocó frente a frente y sin embargo supimos girarnos para verla en la misma dirección. A menudo desde diferentes alturas, porque el podio de los años pasaba peaje. También nuestros caracteres, nuestras metas,…
Fuiste el guía en muchas rutas de aquí, y de allá, el empuje en días de cansancio, y tus palabras fueron chutes de autoestima cuando la tenía en la reserva. Fuimos confidentes de días grises, pero también de días llenos de color. A veces cerca, y otras veces, alejándonos un poco, para poder respirar a pleno pulmón.
La vida nos colocó en la misma casilla y seguimos avanzando, a veces por caminos, y otras por veredas. Hoy hace 3 años que te fuiste, y sigo pensando qué pensaría Carlos sobre esto o aquello,… Te fuiste y me temo, que nunca imaginaste el gran vacío que dejaste… ni siquiera yo lo imaginaba entonces..
El pasado, aunque no sintamos su peso a diario, lo llevamos con nosotros a donde quiera que vamos. Recordar el click que me lleva a leer este blog, me transporta a un recuerdo dulce, un refresco una tarde de septiembre en Papillón, la despedida de camino a la piscina. No dejes de escribir. Me encanta de vez en cuando sumergirme en tus frases. Un abrazo.
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