Tic tac,..
tic tac, …
La arena sigue cruzando ese puente estrecho que une el antes y el después. La miramos hipnóticos mientras nos lamentamos
que no sepamos parar su descenso. Somos prisioneros
del movimiento del péndulo, como conejos deslumbrados en la noche por los faros
de un coche.
Tic tac,..
Tic tac,..
Dicen que los niños tienen el secreto para que su tiempo sea
eterno. Su curiosidad y modo de mirar
todo como si fuese la primera vez, y su energía inagotable les sumerge en mundos por descubrir. Nada es monótono, nada es aburrido por que en
el aburrimiento ellos encuentran escondrijos por los que salir con su
imaginación. Son sabios, y no necesitan saberlo.
Tic tac,..
Tic tac,..
No hay botón para parar ese
sonido que nos martillea el cerebro como una rutina. ¿Lo oyes?. Si lo escuchas,
algo no estás haciendo. Recupera
esos ojos del niño que todos fuimos y lánzate a ver las cosas como ellos las
ven…
Volvamos a ser niños!! Ojalá fuese sencillo... pero nada es imposible!
ResponderEliminarBesos
Tu fiel admiradora y amiga!