Como la vida misma... Como gafas tintadas que nos quitamos con la mera intención de ver la realidad verdadera, dándonos cuenta, al hacerlo, de que la realidad absoluta no existe, de que es subjetiva, y de que lo que estamos viendo depende de los ojos con los que la miramos... ( Un post para reflexionar.Gracias por tus ideas, ideas. )
Hola, Sólo un mensaje para decirte hola! Hacía unos meses que no pasaba por tu vida, ni que fuera de pasada y he podido leerte y ver las preciosas fotos... y tú siempre estás ahí cuando me animo a poner un poco de orden en mi blog... un saludito desde Terrassa (Barcelona)
Realidad ah!!! palabrita esa!!!ultimamente borrosa y un pelín distorcionada la señora realidad por estos lares y para que vamos a engañarnos, ultimamente nop... eso es más que habitual en mi,en fin... ya no hay caso:) Buena reflexión niña:)
Y cuando se limpian los cristales de un elevado apartamento, se corre el riesgo de "caer" en la tentación de la realidad. Para eso son recomendables las ventanas de los áticos de los rascacielos. En la caída, la realidad es más intensa (también más breve).
Como la vida misma...
ResponderEliminarComo gafas tintadas que nos quitamos con la mera intención de ver la realidad verdadera, dándonos cuenta, al hacerlo, de que la realidad absoluta no existe, de que es subjetiva, y de que lo que estamos viendo depende de los ojos con los que la miramos...
( Un post para reflexionar.Gracias por tus ideas, ideas. )
¡COMPLETAMENTE DE ACUERDO!
ResponderEliminar(a veces pocas palabras contienen grandes verdades)
La luz entrará por el cristal, y hará ver la realidad de otro color, y con otro calor.
ResponderEliminarbesos.
si, se da cuenta de que tras los cristales, antes de limpiarlos, solo veía sombras, sombras sin sustancias... Venga, limpiemos los cristales...
ResponderEliminarBesos
Hay veces que es mejor no limpiarlos...
ResponderEliminarMe marcho cavilando...
El siguiente paso es abrir la ventana...
ResponderEliminarUn besito,
Alicia ;)
No está de más ver la realidad, para no estar ignorantes de lo que sucede al otro lado...
ResponderEliminarBss
Hola,
ResponderEliminarSólo un mensaje para decirte hola! Hacía unos meses que no pasaba por tu vida, ni que fuera de pasada y he podido leerte y ver las preciosas fotos... y tú siempre estás ahí cuando me animo a poner un poco de orden en mi blog... un saludito desde Terrassa (Barcelona)
Los cristales reflejan tu ánimo.
ResponderEliminarUn beso
Pues qué quieres que te diga... quizás es peor estar continuamente dándole con el trapo, te pierdes muchas ilusiones... aunque no culminen nunca.
ResponderEliminarbesos
Aunque bien pudiera suceder que dicha realidad no fuera sino un espejismo...será mejor abrir ventanas a la primavera!
ResponderEliminar;) un abrazo
Pero a veces de tanto frotar se podrían gastar los cristales...un besote.
ResponderEliminarTú lo has dicho, por eso supongo que a veces me da miedo limpiar los cristales de las gafas...
ResponderEliminarUn besito!
Es mejor encontrarse con la verdad....clara y limpia!
ResponderEliminarMil bikos :)
Siempre he creído más en las ventanas para dejar entrar sensaciones que no para cerrar accesos.
ResponderEliminarUn beso. Adrià.
P.S. Pues sí esas son mis nuevas siete maravillas...pero claro todo es discutible.
A veces los cristales nos separn del mundo con sombras.
ResponderEliminarSaludos
Realidad ah!!! palabrita esa!!!ultimamente borrosa y un pelín distorcionada la señora realidad por estos lares y para que vamos a engañarnos, ultimamente nop... eso es más que habitual en mi,en fin... ya no hay caso:)
ResponderEliminarBuena reflexión niña:)
a veces no es solo limpiarlas... es necesario asomarse a través de ellas!!!
ResponderEliminarY cuando se limpian los cristales de un elevado apartamento, se corre el riesgo de "caer" en la tentación de la realidad. Para eso son recomendables las ventanas de los áticos de los rascacielos. En la caída, la realidad es más intensa (también más breve).
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