Si al rozar con mis yemas la lámpara de los deseos, apareciese de entre la niebla uno de esos genios que ya no existen, le pediría una de aquellas caricias que me regalaste cuando me perdí en el paraíso de tus ojos… Y bajo ese arco iris que atesoran los recuerdos en tonos sepia, vuelvo a balancearme en el columpio de los sueños, intentando tocar el cielo con la punta de los zapatos como cuando éramos niños. Son pilla-pillas entre las nubes, juegos al escondite entre miradas de reojo…
Si pudiese abrazarte como abrazo a la almohada, acariciarte, besarte, soñarte…
que bello poema!
ResponderEliminarpaso por tu blog a devolverte la visita al mio.
seguire pasando, saludos
¿Que no existen? Hay que buscar la lámpara adecuada y saberla frotar...
ResponderEliminarbesos
si pudiese abrazarte como abrazo a la almohada, acariciarte, besarte, soñarte…
ResponderEliminare porque non?
abraza...
abrazo europeo :)
Son las nubes las que a ti te acarician, yo lo he visto.
ResponderEliminarQué duro desear lo que ya no se puede conseguir, supongo que es por eso por lo que tanto duele.
ResponderEliminar