Allí donde los días se visten de niebla y el tictac del reloj es la banda sonora de nuestro tiempo.
Principios que son finales, cuando uno no sabe ni de dónde viene ni hacia dónde va.
Polizón en un barco que navega a la deriva. Sombra que deambula en mitad del desierto, escondiéndose de si misma. Ecos de una voz que enmudece.
Fantasías escritas entrelineas, dibujadas con colores de esperanza y escepticismo.
Silencios que son gritos, huidas hacia el infinito.
Caminos que se pierden en los cambios de rasantes, náufragos en una isla desierta.
A ti, que has acompañado mis pasos, que has llenado mis noches vacías. A ti, que has sido arco iris en mis días de tormenta. A ti, gracias
Caminos que se pierden en los cambios de rasantes, náufragos en una isla desierta.
A ti, que has acompañado mis pasos, que has llenado mis noches vacías. A ti, que has sido arco iris en mis días de tormenta. A ti, gracias
A todas esas personas que siempre en los momentos dificiles, nos acompañan....
ResponderEliminarUn biko!
Quien tiene alguien que le ilumina, que hace que la vida se llene de colores, tiene un auténtico tesoro.
ResponderEliminarUn beso
el sentirnos a la deriva aveces... es un sentimiento que en algunos días compartimos muchos en este planeta...para esos días tener un faro es escencial...por suerte siempre hay alguien que ilumina a lo lejos y nos ayuda a volver a la orilla
ResponderEliminarpks
Cuando uno no se encuentra a sí mismo se hace necesario huir, serenarse y recomenzar!
ResponderEliminar...lo bueno es tener al menos un leve hilo al que poder asirse.
un abrazo
Un arcoiris lleno de color, que todo lo vuelve hermoso.
ResponderEliminarbesos.
Los sueños son esperanzas que se conciben para permitirlos nacer en una realidad, los latidos del tiempo nos acompañan en nuestro camino para recordarnos que no dejemos de andar y de disfrutar del paisaje, el camino siempre se hace más cálido y lleno de paz cuando lo hacemos acompañados, para que si caemos una mano amiga nos ayude a levantar. Las estrellas están siempre para alumbrar nuestras noches y agradecer es un sentimiento que nos enriquece así que gracias a tí ideas, gracias.
ResponderEliminarHermoso escrito, un homenaje a esas personas especials que nos acompañan en este viaje.
ResponderEliminarNo importa el camino mientras queden fuerzas para seguir andando. Si es preciso sentarse un rato a meditar y descansar, se para; pero luego hay que seguir andando aunque no sepamos exactamente hacia dónde.
ResponderEliminarbesos.
Desde muy joven me fascinaba un fuego. Una vez, yo tenía 4 o 5 años, hice un fuego en medio de un pasto seco protegiendo el fuego con un círculo amontonado del mismo pasto. Cuando prendió fuego el círculo protegedor y se expandió al pasto alrededor fui corriendo a casa para buscar un baso de agua. Cuando volví con mi baso llenado de agua (todavía me veo llenarlo), los vecinos ya estaban apagando las llamas con una manguera. Ahora esos recuerdos son gritos silenciosos, huidos hacia el infinito, igual como las llamas.
ResponderEliminarBesos
Deseo que ese fuego encendido.. acaricie cálidamente tu alma. Que el susurro de las llamas mezan tus oídos. Que el color, rojo brillante, desnude tu corazón... y el azúl te envuelva como una túnica..
ResponderEliminarSon como un eco.
ResponderEliminarhay que seguir en el camino hasta el final,a veces solo a veces aconpañado, pero siempre convicente de que llegaremos
ResponderEliminarUn hermoso homenaje a quienes nos acompañan en los momentos en que somos "polizones en un barco a la deriva".
ResponderEliminarUn beso!
¡Que alegría volver a encontrarte!...aún recuerdo que fuiste una de las primeras personas en dejar un comentario en mi anterior blog, ... y especialmente aquella cadena de postales de navidad...
ResponderEliminarHe vuelto!, te invito a darte una vuelta por mi blog...y ten por seguro que pasaré por el tuyo a paladear cada uno de tus textos...
Siempre hay estrellas que nos acompañan en los momentos difíciles, surcando mares en compañía de suspiros. Encuentros que saben a gozo, a hierbabuena y a miel.
ResponderEliminarSiempre hay de esas personas.
Besitos