Algunos somos un poco como ellos: herederos de la luna y las estrellas, visitantes de suburbios y planetas viejos. Sombras invisibles que se deslizan por el camino errante de la vida. Aprendices de funambulistas que han hecho de la supervivencia su segunda piel. Mendigos que buscan en los rayos de sol, un poco de calor que desentumezca sus músculos. Vagabundos que llevan la desconfianza tatuada en el alma. Náufragos de un barco que se fue a la deriva…
Hay días en los que algunos vivimos y somos como uno de esos gatos callejeros que tiritan en las noches de lluvia y ronronean cuando alguien les acaricia
Algo muy verdadero es tu publicación de hoy...
ResponderEliminarMolt petons...
Miauuuuuu¡¡¡¡¡
ResponderEliminarDe verdad.... nunca me había sentido tan gato.
besos
Cada vez que te leo descubro un poco más de lo que soy.
ResponderEliminarSiempre he creído que lo que más deberíamos valorar es aquéllo que conseguimos sin proponérnoslo ;)
Un beso.
Yo suelo ronronear me pregunto si tendré algo de gata.
ResponderEliminarBesitos
...locos maravillosos, necesitados de cariño...
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