23.10.07

Paraisos personales

Sería ingrato no adorarla, cuando todo se lo debo a ella. En mis aciertos y en mis errores, siempre ha estado ahí, como esa sombra alargada de la que el ciprés no logra desasirse, como ese cordón umbilical que ni el tiempo ha podido cortar.

Olvidarla sería cometer un pecado mortal. Sería renunciar a la tierra donde hundir las raíces interiores, y sembrar los sueños, sin importar cuál sea el abono que nutre el día a día...

Recuerdos que se visten con sus colores. Paisajes que se endulzan en el recuerdo, y nostalgias que se asoman al balcón de la mirada. Arco iris que se derrama tono a tono en cada estación. Amarillos y dorados que serán colorados como la sangre cuando el arado peine la tierra. Copos de nieve que enharinan las montañas. Hebras verdes que zurcirán la esperanza a los surcos cada primavera, bajo esa bóveda azul enladrillada con nubes blancas. Molinos de viento que se asoman como gigantes en las sierras, pinos que acarician el cielo, campos preñados de cereales que se convierten en hileras de paja en el estío… Pestañeos de tiempo, miradas que se suceden.

Imaginarla es vivirla, es cerrar los ojos y soñar… un deleite para los sentidos que parecen despertar en esos rincones donde el silencio acampa, y hasta se puede sentir el latido de la vida.

Amarla. Yo no podría dejar de hacerlo, de sentirla, de soñarla,… de buscarla, cuando el brillo de la ilusión desaparece de la pupila, y la energía escasea.… como bebe que busca el cobijo en los brazos de la madre…

4 comentarios:

  1. ¡¡¡MAGISTRAL!!!!

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  2. SENECA (LUCIO ANNEO)
    "Nadie ama a su patria por ser grande, sino por ser suya."
    ¡Yo amo la Tierra entera!

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  3. A ver... si adivino... ¿Es Soria?
    ¡Qué grande es una tierra que hace personas tan grandes! Dignas sois una de la otra.

    besos.

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  4. Durante los ya años que sigo tus palabras, siempre has tenido palabras para tu tierra... deberían hacerte un homenaje por hacerle tantos tú a tu querida Soria. Te prometo que cuando vaya por ahí me fijaré bien en los colores y las texturas... y pensaré cuantas veces nos animaste a vivir esas tierras...

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