Hay días en los que uno teme perder lo soñado, lo que hemos ido tejiendo con cuentas de tiempo e hilo de ilusión. Uno siente el miedo a que ese collar se rompa, y caigan desperdigados por el suelo cada uno de esos abalorios que con tanto mimo uno ha ido uniendo. Ensartar de nuevo las piezas no siempre es posible, igual que tampoco podemos devolver nuestra imagen a los espejos. Todo lo que vivimos forma parte de nosotros, de ese lastre que nos acompaña como una sombra de la que no podemos despegarnos. Estamos hechos de momentos, de vuelos a ras de suelo y de otros en los que nos subimos al trampolín para hacer piruetas. Es la adrenalina la que nos remueve las entrañas, la que nos reafirma que estamos vivos, y nos empuja a seguir adelante, ensartando cuentas de cristal coloreadas que nos recuerdan no solo lo que hemos sido, sino también lo que somos y lo que soñamos ser.
18.11.08
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Y entre esos cuentas que vamos uniendo, algunas auténticas joyas, pocas, pero preciosas.
ResponderEliminarbesos
Lo bueno de la vida es que cada día que amanece es distinto del anterior.
ResponderEliminarY en muchas ocasiones esos collares que se forman son más preciosos d elo que pudiéramos soñar.
ResponderEliminarBesos
A veces esos collares que formamaos son los mas hermosos y unicos por que aveces e sdificiñ volverlos hacer iguales
ResponderEliminarEres afortunada niña, si piensas que sólo hay dias en los que el miedo ronda por tus dominios. El miedo es inteligente, y te visitará más, cuando lo que temas perder adquiera más valor. Tan sólo la confianza y la ilusión son capaces de mantener a raya a ese invitado inoportuno. Suerte¡¡¡
ResponderEliminarcon una simple perla podemos formar el más bello collar de la vida... una vida siempre nueva...
ResponderEliminarmuy lindo escrito
me gusto mucho!
^^
seguire pasando por aqui
=)
cuántos collares habremos tejido y cuántos más habremos roto.
ResponderEliminarBesitos