10.1.11

La sal de la vida

¿Qué iba a ser de mí sin ellos? ¿Y cuándo terminaría la vida por separarnos?

Porque así son las cosas. Porque el tiempo separa a los que se quieren, y nada perdura.

Lo que estábamos viviendo, y los cuatro nos dábamos perfecta cuenta de ello, era una pizquita de felicidad robada. Una tregua, un paréntesis, un instante de gracia. Unas pocas horas sisadas a los demás...

¿Durante cuánto tiempo más tendríamos la energía de escapar así del día a día para saltar la verja del colegio? ¿Cuántas vacaciones nos daría aún la vida? ¿Cuántas burlas nos haría todavía? ¿Cuántos poquitos más de cosas buenas nos tenía reservados todavía? ¿Cuándo íbamos a perdernos y cómo se iría difuminando lo que aún nos unía?

¿Cuántos años nos quedaban todavía antes de hacernos viejos?

Libro: La sal de la vida. Anna Gavalda

2 comentarios:

  1. La vida... Ese compañero que nos sigue a donde quiera que vamos. Habría siempre que buscar caminos para saltar repetidas veces la verja del colegio.
    Besos

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  2. El sábado, nos reunimos cuatro amigas de la infancia, cuando todo era posible, y nuestra máxima ilusión, era irnos a vivir juntas de mayores....

    Ilusiones, a veces son necesarias, aunque con el tiempo nos demos cuenta de quera espejismos.

    Fuzzy.

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