8.6.10

Entre legañas

Pasan sin dejar huella. No se si existen o sólo son juegos de magia a la luz de la noche. Se desdibujan con la misma facilidad con la que se trazan. Mueven fichas en ese tablero con casillas de ser o no ser. Son como aves migratorias que regresan hasta el amanecer…

Después levantan el vuelo, recogen sus historias y desaparecen... dejando todo como si nada hubiese ocurrido.

A veces, están tan entusiasmados escribiendo fantasías que se olvidan que son cenicientas y salen corriendo apresuradamente cuando las legañas y los bostezos aparecen… extraviando en esa huida acelerada instantes soñados atrapados en pompas de cristal.

Son ilusiones ópticas atrapadas en una frágil memoria, buscando un resquicio para volar hacia su mundo, arco iris que se mimetizan con el horizonte

Asomada a aquella canica de cristal, volví a encontrarme con su hablar pausado, su mirada tierna escondida tras los cristales redondos de unas gafas de metal y esa infranqueable barba que separa su mundo del mundo. Volvíamos a reencontrarnos. Las mismas sensaciones pero los lugares se entremezclan. No es el valle. Sino una mezcla de asfalto y tierra que dibuja ese camino recorrido. Pronto, quizá pueda ser… ahora sólo es un espejismo…

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