11.5.08

Gotas de nostalgia

No sé qué tiene la nostalgia que me seduce tanto, ese mirar desde el otero de un tiempo que va muriendo en cada instante, ver en esas flores marchitas las primaveras vividas y sentir como el corazón palpita al compás de otros sones.

Me gusta la idea de bajar del escenario, subir el cuello del abrigo y empezar a caminar por una calle desierta una noche de lluvia mientras mis pensamientos se entremezclan con el ruido de unos tacones a lo lejos. Volver a ese punto inicial que, aunque existiese, ya no sería el mismo que entonces.

Me atrae la idea de perderme entre la niebla del olvido, volar entre ese mundo de posibilidades fugaces sorteando realidades y sueños.

Tengo tatuado en el alma ese viaje frágil hacia el mañana, este ahora que se desvanece en el siguiente tictac. No sé cuando encontré en el silencio ese compañero de butaca, que mientras conversa con mi conciencia, va mostrándome desde la ventana de este tren en marcha, paisajes que huyen despavoridos de nuestra mirada. Todo es efímero. A veces también el olvido

4 comentarios:

  1. Seduce tanto la nostálgia, como seduce tu prosa.

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  2. Te acabarás perdiendo en ese camino, no porque en el fondo quieras, sino porque hay que continuar el sendero que nso marca el destino.
    Que bonito!!!
    Besos

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  3. Hay nostalgias que alimentan el alma...sin duda, tus palabras inundan la mía.

    Bikos mil.

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  4. No podia ser descrita mejor la nostalgia. Tan efimera y tan irreal. Me dejaste pensando, me gusto mucho, felicidades.

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