Me atrae la noche, ese momento en el que las ventanas iluminadas de la ciudad se empiezan a apagar y los ruidos de la naturaleza empiezan a salir de sus escondrijos. Me seducen esos instantes en los que las luces se atenúan poco a poco, hasta hacerse casi oscuridad mientras los demás sentidos se despiertan. Me embriaga la combinación del miedo a lo inesperado y el placer de disfrutarlo, la sensación de vivir y soñar convertidas en la misma cara de la moneda.
Me atrae la noche, ese escenario que abre el telón cada madrugada esperando algún espectador con insomnio, ese tintineo de estrellas y arrumacos a la luz de la luna, ese silencio acompasado por los latidos del corazón, esas confidencias que sólo uno es capaz de pronunciar en voz alta a esas horas. También ese momento en el que uno se deja engatusar por Morfeo, por sus caricias y promesas, por su labia y juegos de magia,..
Me atrae la luz, las imágenes, pero me siento más creativa cuando no hay más luz que la de los sentidos... y caigo en ese embrujo que se dibuja a través de ellos y se colorea con palabras
Brindo por ello, la luz se ve mejor de noche!
ResponderEliminarSaludos!
Bello tu blog, magia en las palabras.te dejo sin dejarte.Vuelvo
ResponderEliminarEs cuando mejor y más intenso se aprecia todo. En extrema soledad de oscuridad, la luz brilla más.
ResponderEliminarBesos
una noctambula lejana que agradece sus bellas palabras.
ResponderEliminarun beso
La vista nubla a los demás sentidos. De noche los sonidos, aromas, sabores y el tacto, despiertan. Y el corazón se expresa mejor.
ResponderEliminarbesos