Me acuso de robar el cariño, los abrazos y los besos, de arrojarme al suelo y ponerme a jugar como cuando era una niña
Me acuso de querer a los míos, de ofrecer mi hombro y mi apoyo cuando lo necesitan. De alejarme cuando sus palabras hieren mi alma, y mi corazón se siente herido
Me acuso de robar tiempo, de soñar despierta, de colorear escenarios..
Me acuso de arrojar agua, cuando el fuego se enciende y arrasa todo lo que a su paso encuentra
Me acuso de callar, de encerrarme cuando el dolor me embarga, de buscar un rincón donde acunar mi alma…
Me acuso de ser yo, de sentir y pensar como me enseñaron desde niña.
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En la mayoría de los casos de que hablas no deberías acusarde de nada, obviamente. Pero ya que lo dices, yo también te acuso, pero de lo buena que eres ;o)
ResponderEliminar¡Un abrazo, guapetona!