13.7.06

Calandraca

Todavía mi memoria se sonroja cuando recuerdo aquel mediodía en una playa de la costa de la luz. La semana de vacaciones tocaba su fin. Había llegado la hora de mirar por última vez el Atlántico y emprender el camino de regreso hacia el norte. A orillas del mar, el agua de la ducha arrastró la sal de nuestra piel y volvimos a ser peces de agua dulce. Aquel pueblo de chalet blancos estaba desierto aquel mediodía. Su gente estaba congregada frente a un televisión animando a la selección de fútbol. Las aceras se convirtieron en una extensión de la playa mientras paseamos nuestro bikini desde el chiringuito hasta coche atravesando aquella plaza. Y en aquel desfile improvisado en mitad de la calle, unos espectadores de excepción: unos boys scauts y los clientes de un bar. No recuerdo que dijeron. Yo sólo pensaba en acelerar el paso y repetir aquello de “tierra, trágame”.


¡Cuánta vergüenza pasé, cuando alguien nos decía algo o simplemente nos miraba! ¡Qué ingenua me sentí cuando pensé que lo malo había ya pasado cuando llegamos al lugar donde estaba estacionado el vehículo! Ni corta ni perezosa, como aquel que cree que la calle es su casa mi amiga sacó la maleta, y la abrió de par en par en mitad de la vía, convirtiendo aquel lugar en un vestíbulo improvisado. Sin prisas pero sin pausas, entre cremas hidratantes y espumas capilares, la “calandraca” de la sirenita se fue engalanando frente a la puerta de la iglesia. Más de uno que pasaba se frotaba los ojos y casi se disloca la cabeza buscando una cámara oculta que expliqué cómo una sirena se convierte en princesa en mitad de la calle,…

20 comentarios:

  1. habilidades femeninas!

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  2. Gracias por tu comentario en mi Blog, Ideas. Me he sonreido con tu relato. Gracias de nuevo.

    Un abrazo

    Hannah

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  3. jejeje, nuevamente me imagino esa metamorfosis en medio de la rue ante los beatos y asombrados transeúntes, al igual que no borro de mi retina cierto momento vivido a la sombra de un balcón en un antiguo pueblo cuyos añejos habitantes regalan besos a las lindas forasteras que se aventuran a recorrer sus rincones y callejuelas…

    Fue sencillo segur tu rastro de migas de pan hasta este lugar Srta. Ideas.

    Un gran abrazo lleno de cariño

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  4. Pues me encanta esta faceta tuya que no conocía Ideas.. me hiciste sonreir;)

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  5. Por fin!!! ayer intentaba entrar pero me decía que no existia, no sé si es que yo no tenía bien la dirección o que blogger iba mal...

    Me encanta...la frescura entre montes y las metaforas que siempre encuentro..entre tus letras.

    Un biko y buen fin de semana!

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  6. Jajjaaj imagino las órbitas de los ojos casi dislocadas de tanto mirar y abrir los ojos con incredulidad.
    En ese momento ya no pensaban en ninguna selección que no fuera la ropa de la sirena :-)

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  7. Que forma tan preciosa de verte timida, sonrojada, pero.. no sé, quizás, hay quien observa a una sirena discreta, que desvía la mirada ante unos ojos que la observan.
    Su cabello ondeando ante la dulce brisa, sintiendose observada, rápidamente se cambia... divertida, y tímida.

    besos.

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  8. Y allí se quedaron pasmarotes. Admirando a una sirena que se convirtió en princesa y a otra que aguardaba su turno.

    Besos muchos

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  9. No me imagino una sirenita andrajosa y ridícula, en todo caso me imagino una bella sirena recién convertida en humana para hacerse princesa después.

    ¿Sabes que me has recordado "La vieja sirena" de J.L. Sampedro?. Tu amiga sirena, como la de Sampedro, seguro empezaba a pisar firme!!!!

    Besos.

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  10. jajjaaa mira que si de verdad aparece una cámara...
    Estas experiencias son geniales para recordarlas después que ya han paado.

    besos!

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  11. Genial la improvisación de tu amiga. En circunstancias así, se agradece ese toque de frescura y naturalidad.
    Besos

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  12. Estando tan cerca y yo sin enterarme que tan cerca se estaba realizando esa demostración tan digna de admirar. Un besote!

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  13. :-)))) ¿Pero es que en estos tiempos todavía la gente se asombra de algo?.
    Vengo del blog de la coctelera de Mark66 que hoy está dedicado a ti.
    Un abrazo y buen fin de semana.

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  14. Pues seguro que a más de uno se le haría la boca agua, así que vergüenza era lo último que hubieras debido sentir. Y además que te quiten lo bailado.
    Besos

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  15. Jajaja Ideas, entonces la mayoria de las mujeres somos calandracas
    nos acicalamos bien después de terminar la jornada de arena y sol.
    Besitos.
    Pd: Una pequeña anécdota, en un pueblo de Sevilla (guardaré el nombre hace tan solo cuatro años) sacamos del coche la cámara de video para grabar el lugar, y llevabamos tras de si, como tropecientos niños y abuelos que nos preguntaban si iban a salir en la tele.
    VER para CREER.
    Jaja

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  16. Un placer descubir tu blog desde la mano de mark...

    Te felicito, escribes muy bien.

    No he tenido tiempo de leerlo todo, pero volveré.


    Saludos desde donde soplan aires de libertad, y hoy llenos de ganas de vivir.

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  17. Espero algún d{ia llegar al Atlantico,,, ufffff

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  18. Mágica transformación que a mas de uno debió parecer inolvidable.
    Besos.

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  19. ¡¡Como somos!!
    Nos avergonzamos por lo más tonto, y sonreimos cuando lo vemos hacer a otras personas...
    Sólo faltó la cámara oculta, jejeje.
    Un abrazo.

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  20. :-))))... siempre hay una amiga asi' en nuestros recuerdos, luego de la verguenza quedan las risas... divertida tu forma de relatarlo!!

    Un saludo

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