A esas horas en las que el sol juega al escondite, aquella calle peatonal era un enjambre de gente que apuraba el último suspiro de la tarde para buscar trapitos en las rebajas. Una escena que se repite cada día tras día, mientras dura la fiebre consumista. En medio de esa vorágine, apareció ella. Más que caminar parecía deslizarse, como si los adoquines fuesen nubes sobre las que flotaba. Tenía la tez pálida y la mirada perdida. Parecía un fantasma. Ausente, perdida en el laberinto de sus pensamientos. Su fragilidad pasó desapercibida entre la muchedumbre. Nadie pareció darse cuenta de su presencia. La acompañé con mi mirada hasta que desapareció entre la gente, y los pasos de otros transeúntes borraron sus silenciosas huellas. Ni siquiera fue consciente de la estela que había dejado. No pude evitar comparar su caminar silencioso, como si pasase de puntillas por la vida con otro que había visto y escuchado apenas la tarde anterior. Aquel era altanero. Parecía querer tatuar su paso con su taconeo, contaminando el aire con sus aires de soberbia
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El milagro es que a alguién le importe alguién en la muchedumbre.
ResponderEliminarBesos.
Igual ese aire de soberbia en la vida viene después de muchos batacazos. Y esa pálidez, a otra persona, le venga de sentirse derrotado.
ResponderEliminar¿Sabes? Lo que me gusta es que te fijes. No todo el mundo lo hace. Y es muy bueno nuestro entorno, porque aprendemos.
Besos
Pero y quién es ella? Cualquiera de nosotros? O es para reflexionar de la altivez que nunca deberíamos manejar?
ResponderEliminarY si se trata de fijarnos, de notar a alguien, pues que si a veces lo hacemos y otras ni notamos, ni nos notan a nosotros...
Un gran abrazo,
Los "andares" coomo por aquí decimos, dicen mucho de la personalidad del caminante...
ResponderEliminarA mi tambien me gusta observar a la gente, es un deporte que enseña mucho sobre el ser humano, visto desde fuera, con la ventaja del anonimato.
Besos muchos
Andares que identifican, que hablan por si solos.
ResponderEliminarSaludos
Confundiendo pisadas y mentes, entremezclando pensamientos escapados, desconociendo a los demas nos encontramos a nosotros mismos.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta eso de acompañar con la mirada a alguien, es algo que no cansa y resulta acogedor. Un besote.
ResponderEliminar¡La de matices que se captan cuando en vez de ver, se mira!
ResponderEliminarOcurre lo mismo cuando se hace hacia adentro...
besos.
Cuanto enigma encierran las apariencias...quien sabe cuanta gente se esconde detras de la soberbia para tapar un complejo o una inseguridad, una incapacidad de dialogo por timidez? Por la calle andamos siempre muy en la defensiva...
ResponderEliminarQue bello texto, me parecia verla...
Un abrazo!
Caminar...como siempre despertando emociones, incluso las escondidas!!
ResponderEliminarMil bikos y buen fin de semana :)
caminando... miradas...
ResponderEliminarbeijos
caminamos en un mundo lleno de silenco...nadie ve, nadie escucha, pasamos como fastantas unos al lado de otros...
ResponderEliminarpero siempre vamos dejando algo de nuestra esencia
muchas gracias por tus saludos en Sucesos...las palabras se las lleva el viento
besitos y que sea un bello fin de semana
besos y sueños
caminando entre la multitud...siempre seremos silencio
ResponderEliminarte doy las gracias y un abrazo muy grande por tus bellos saludos en Lagrimas...solo recordando en melodias lo que quedo dentro d emi, se extraña
besitos y muchos cariños
besos y sueños
A veces pensamos que pasamos por la vida desapercibidos, pero sólo lo hacemos ante las miradas de aquellos que no saben mirar y ver un poco más allá...
ResponderEliminarVaya... me dejaste con ganas de verla.
ResponderEliminarEs curioso como vemos pasar a la gente en la ciudad, una y otra vez, pensando que pisamos los mismos adoquines, asumiendo que no es nuestra la ciudad ni sus gentes, y aún sabiendo que nos miran.
ResponderEliminarEs curioso ver estás curiosidades de la vida.
Son los nadies.... alguno que otro los percibe....
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