Se viste el paisaje de blanco como una novia en su gran día. Cubre con su manto el desorden de las cosas, limpia el suelo ennegrecido, atenúa baches y montañas, silencia aberraciones. Insinúa pero no muestra, deja que la imaginación vuele, que los sentidos se desperecen, que el viento frote nuestros ojos y limpie nuestras legañas.
Copo sobre copo como metáfora blanca, la vida continua bajo esa capa de olvido invernal, acompañada del calor de una chimenea francesa, con el tic tac de un reloj como banda sonora de nuestros días. Enaguas blancas y puntillas de escarcha en los tejados, témpanos de hielo que sucumben a la pasión de los primeros rayos de sol. Silencios que se tornan susurros de blandura, que acarician la tierra y la fecundan como un amante enamorado, en una noche de locura
NUEVAMENTE HE QUEDADO SIN PALABRAS!
ResponderEliminarescribes hermosoooo
me gusta mucho tu manera de expresarte!!
^^
besitos
que este bien bien
=)
¡Llegó la gran dama blanca! Será verde paran la primavera.
ResponderEliminarbesos
Con lo que me gusta a mí la nieve y lo poco que he visto nevar...
ResponderEliminarBonitas palabras retratando una escena que me resulta de ciencia ficción...¡hace tantos años que no veo la nieve! Un beso.
ResponderEliminar