En noches como hoy todo se siente demasiado, como si no pudiésemos desprendernos de esa mugre fría que nos asfixia e inunda el corazón. Todo parece adquirir unas proporciones inmensas que nos arrastran y nos golpean hasta lanzarnos lejos… y dejarnos exhaustos.
Son momentos de reflexión profunda, de dudas existenciales, de preguntas que se nos escapan de las manos, de balances que no cuadran, de silencios que gritan como demonios, de frío que cala los huesos y de lágrimas que se asoman al abismo.
En noches como ésta, siento el cansancio y el dolor en el alma, la desilusión y la tristeza en el corazón, los zarpazos de la desconfianza y la sinrazón de lo que no entendemos.
Hoy, y en momentos como este ahora, me debato entre luchar o tirar la toalla. Regreso sobre mis pasos a ese punto donde, quizá, confundí mi camino. Busco entre mis desgastados recuerdos esa pista que me indique en qué me equivoqué y cuál es el sendero a seguir. Siempre caminando, aunque uno no sepa casi ni de dónde se viene, ni hacia dónde se va. Arrastrando los pies, desmigando el alma para que nos sigan y nos encuentren, para que nos rescaten de esta soledad que a veces se hace tan amarga
En noches como hoy, busco esas palabras mágicas que abran la puerta de la ilusión, que tiñan de esperanza nuestros amaneceres, que sean bálsamo en nuestro lastimado ego, que sólo quiere ser, con una sonrisa.
Sí, en momentos como éste, vendería mi alma al mismo diablo, por unos brazos donde refugiarme, unos besos que me añoren, un corazón que lata y sienta al mismo compás que el mio...
Pues hoy te voy a dar la razón, porque me siento igual.
ResponderEliminarPero que bien lo haces, trasmites los sentimientos de una manera sublime... que bonito
ResponderEliminarTe olvidas de la persona más importante de tu vida, princesa, te olvidas. Te olvidas de quien está contigo todos los días, de quien te mira en el reflejo de los charcos y del espejo. Yo también tengo pequeños bajones, pero les doy la vuelta y me enfado mucho con la niña que está llorando y doy la bienvenida a la mujer que soy, a la que quiere disfrutar de todo lo que la vida le ofrece.
ResponderEliminarPiensa en eso, quien es la reina de tu vida. ¿Quién es? Todas las personas a mi alrededor pueden marcharse, pueden irse, me dolerá más o menos, no soy una piedra. Pero la que siempre estará conmigo, soy yo. No te olvides nunca de eso.
Besos y mucho ánimo.
Si yo, o cualquiera de las personas que te queremos, tuviéramos la solución... No quiero caer en el tópico de decirte: ¡lucha!, es demasiado fácil aconsejar cunado no es uno el que se juega la piel del alma. Pero sí te deseo suerte, porque la mereces.
ResponderEliminarY el escrito... ¡muy bueno!
besos.
Pues yo te voy a decir que los dias de bajón algunas veces son necesarios. Son cuando el alma se deja dormir, y la felicidad quiere cobrarse el préstamo que nos hizo, la esperanza. No pasa nada, aunque te sientas sola, no lo estás. Siempre hay alguien con quien compartir un rato, un café, una sonrisa y una mirada. Ánimo niña, tu solvencia no permitirá que devuelvas a la felicidad, la esperanza que te prestó hace tiempo.
ResponderEliminarQuerida amiga... sí que no sabes, en esta vida, el misterio de muchas cosas que se ven y que se sienten, que no comprendes. Y todo eso ante el dolor se hace demasiado punzante. Alguien me contaba un día para qué, podría ser este estar aquí. ¿cual es nuestra misión? que siempre parece fuera de nosotros, que no estamos aún en ella... y, puede parecer. Pero no es, Porque me decía, "estamos para el ahora, no para lo que viene" tampoco para lo que estuvimos ayer.
ResponderEliminarEl ahora, muchas veces nos extremece, nos da amargura, dudas, odios,... más, que el amor que tan necesario nos parece.
Otro alguien me hablaba de los spicópatas... Me contaba que no sienten culpa ni remordimiento por muy horroroso que fuera lo que hicera... Osea, no tiene capacidad de dolor, solo de satisfacerse, insaciable.
Por eso, le es tan fácil hacer o cometer los amyores crímenes.,
Está muy claro entonces, amiga, que si tú sientes como sientes, que si tienes la enorme gracia, que te capacita para sentir dolor y sus zarpazos en el corazón, aunque no entiendas, tienes conciencia... Conciencia para aprender y evitar, en lo posible, dañar a otro... y así de la misma forma, decidir no dañarte, o tirar la toalla y rendirte si quieres, pero de una forma que no te cree más daño.
Osea, somos testigo y podemos entregarlo, pero el que tiene conciencia buscará la forma de no entregarlo roto..., porque el dolor te acerca a la compasión hacia todo, hasta sin querer.
Yo, me siento más rendida que la última vez que así me sentí, digna soy para reconocerlo en conciencia:
mi tersa piel se arrugará, cada vez más, ante los vientos fuertes de la vida, como la uva que se convierte en pasa hasta secarse para dejar lo que otro día fue.
¡y qué, la dulzura interna se concentra!
Con cada golpe dejaré de estar en pie... ¡y qué, ¿soy menos entera caída? para nada, mirar la vida y entender una flaqueza, una derrota, un cansancio, no nos merma en nada... un héroe no es aquél que dice el mundo como es o debe ser...
y bajo los sueños rotos, caída, descansaré en el amor de mi ser.
...
Cúidate y sonríe a tu espejo más fiel:) y "véndelas baratas"
Con todo mi Afecto;)
AdA...
Muy bonito, sin embargo un consejo. Ten cuidado en vender tu alma al diablo, siempre sale ganando.
ResponderEliminarAbrázate y quiérete.
En noches como esta lo mejor es abrir la ventana de par en par, respirar el aire frío de la noche hasta que se hilen los pulmones y ofrendar a la Luna nuestra desesperación para que la entierre en el horizonte cuando amanezca.Así, el sol calentará nuestra alma y su luz nos traerá esa cálida caricia que anhela nuestra alma.
ResponderEliminarBesos
Me has llegado tan adentro...igual que tu hoy siento la soledad instalada en mi y las ganas de tener a alguien muy especial al lado, aun sabiendo que es imposible...
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