Es inevitable. Cuando me cruzo con cualquiera de ellos, no puedo evitar mirarles y sonreírles. Ellos siempre te devuelven una sonrisa. Me podría perder, y no regresar jamás, en esas miradas curiosas, hambrientas de conocer. Me sorprende su capacidad de pasar de las lágrimas a las carcajadas en milésimas de segundos.
Dicen que son quitapenas, que a su lado uno olvida la vergüenza, los dolores y hasta un mal día.
Ayer descubrí entre las estanterías de la biblioteca, uno de ellos. Era un hada. Apenas si tendría un par de añitos. Sus piernas, enfundadas en unos leotardos rositas, colgaban en ese bordillo de la ventana que hace sus funciones de silla improvisada. Su cara se escondía entre las páginas de un cuento. Parecía comérselo con los ojos de tan cerca que lo tenía. Permanecí mirando esa estampa tan tierna hasta que ella levantó su mirada de los dibujos y pasando una hoja, me dijo: Estoy leyendo. En ese instante caí rendida a sus pies…
Dicen que son quitapenas, que a su lado uno olvida la vergüenza, los dolores y hasta un mal día.
Ayer descubrí entre las estanterías de la biblioteca, uno de ellos. Era un hada. Apenas si tendría un par de añitos. Sus piernas, enfundadas en unos leotardos rositas, colgaban en ese bordillo de la ventana que hace sus funciones de silla improvisada. Su cara se escondía entre las páginas de un cuento. Parecía comérselo con los ojos de tan cerca que lo tenía. Permanecí mirando esa estampa tan tierna hasta que ella levantó su mirada de los dibujos y pasando una hoja, me dijo: Estoy leyendo. En ese instante caí rendida a sus pies…
Escribes muy bien!
ResponderEliminarTe seguire leyendo
Un saludo
Sin duda como Alicia en el espejo, acababa de sali del libro que leía.
ResponderEliminarSaludos.
cuando estoy triste y veo a un niño .... veo el otro lado de la vida, en su sonrisa, en su mirada, en sus manecitas.
ResponderEliminarbesos.
A veces se escapan de los cuentos y se meten en algún cuerpo.
ResponderEliminarSaludos
hola, buen relato, creo que me ha encantado el hada que encontraste.
ResponderEliminartenes suerte. no a todos se les aparecen las hadas.
Me mandas una de esas? Yo nunca vi ninguna. Un besote.
ResponderEliminarHace mucho que no las veo pero recuerdo cómo correteaban por el jardín encantado que habitaba el tejado de enfrente de mi casa.
ResponderEliminarDales un besito de mi parte y muchos para ti.
Desde luego que esas hadas enternecen cualquier corazón
ResponderEliminarBesitos Ideas.
Los niños siempre alegran el espíritu. Son puros, limpios, mágicos.
ResponderEliminarBesos
No hay cosa más hermosa....que las esos pequeños seres que nos llenan el día a día...bikos!!
ResponderEliminarSon la ternura hecha realidad :)
ResponderEliminarSon capaces de cambiar al mundo con una sonrisa, una mirada, una palabra, son el amor puro... Niños, niños :-)
;o)
Me encantan los elementales... Están presentes en nuestras vidas, en los cuatro elementos, llenando de magia la existencia.
ResponderEliminarUn beso
Maravilloso, como todo loq ue escribs, pero hoy no quiero Hadas, me voy con Hades
ResponderEliminarEscribes bien amiga ide-as.
ResponderEliminarMe has recordado mucho la pelicula "La educación de las Hadas".
Un beso muy fuerte.
Una sonrisa, una miradita suya, y sí, como dices, nos rinden a sus pies.
ResponderEliminarUn beso!
Hadas, niños... es la mágia de la inocencia perdida lo que nos hace ensaanchar la sonrisa y el corazón..
ResponderEliminarbesos.
A medida que leía ibas dibujando esa maravillosa hada en mi mente y al resonar esas palabras mágicas: "Estoy leyendo", me hizo esbozar una sonrisa.
ResponderEliminar;)
Pá comérsela...
ResponderEliminarLas hadas se reconocen.
ResponderEliminarSaludos!