16.11.06

Sr. Andrés

Se ha ido en un día teñido de niebla en un atípico mes de noviembre. Ha escrito su despedida en el lienzo blanco con el que ha amanecido el pueblo. Su voz era el eco que repetía en forma de poesía, los últimos cien años de la historia de esa tierra bañada en vino blanco. Su alma ha abandonado ese cuerpo que tenía anotada una fecha de caducidad. El cuerpo es una cárcel donde los sentimientos viven. Sus ilusiones sabían cigarrillos recién liados, su esperanza tenía aroma a tabaco.

Con su muerte, sus paisanos se han quedado huérfanos. Se ha llevado, aun sin saberlo, un torrente de experiencias únicas e intransferibles que sólo Él podía sacar a la luz. Cada uno llevamos en nuestro interior una historia que, como las huellas dactilares, es absolutamente singular. El señor Andrés supo traducir ese libro, lo convirtió en poesía.

Se ha ido y, como dice Esther, con El se va irremediablemente una parte de la historia que El sólo conocía y que Él solo sabía contar…
¡Lástima no haberle conocido!

2 comentarios:

  1. Que la barca de Caronte conduzca al Sr. Andrés al mejor puerto.

    Un abrazo

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  2. Allá donde vaya amenizara el rato con agradables historias.

    Un abrazo

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