6.9.05

Tristeza

Todos los días sale a pasear por el parque, deteniéndose en ese banco de madera que siente como suyo. Invierte muchos minutos observando a la gente pasar, imaginando la historia que arrastra cada uno, como si de otra sombra más se tratase. Parecen hojas secas arrastradas por el viento del otoño, marionetas que mueve el tiempo.

Le atraen las miradas tristes, melancólicas. La felicidad siempre le ha parecido que tiene algo de superficial. Es bonita pero insípida. Prefiere la profundidad de la tristeza, los matices que se ven desde el interior.
Le gusta ser su testigo. Cree que es eterna, reflexiva, silenciosa...

Sus pasos se tornan más torpes, de regreso a casa. Camina ensimismado. ¡Qué bella es la tristeza!-piensa.

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