19.12.05

Última cena

Supe que aquella comida era mi última cena incluso antes de que me llegase aquella invitación. Decidí ir porque para mí, era una despedida sin palabras; el punto final a más de siete años en los que fuimos practicamente nada. No se puede decir adiós, a lo que nunca se ha tenido; pero a veces, se necesita reafirmar que uno es invisible para poder irse sin remordimientos.

Mientras los camareros comenzaban su baile de cacerolas, recorrí con la mirada las mesas repletas de desconocidos.

El código deontológico les llama compañeros; yo les llamo extraños. Se empeña en recordarme que un papel compró mi lealtad a esas siglas, y el sudor de mí frente a cambio de una transferencia bancaria a principios de mes.

Cuando salí por aquella puerta, supe que no habría más comidas en ese lugar, con esas personas como compañía. El reloj de arena había comenzado su cuenta atrás.
No se puede añorar, lo que nunca se ha querido


15 comentarios:

  1. que triste, pero como tu lo dices no se puede añorar lo que no estuvo, pero igual da pena el tiempo invertido
    te dejo muchas gracias por tus saludos
    y que tengas una FELIZ NAVIDAD y UN 2006 lleno de paz y amor, y lleno de exito
    una hermosa semana, ahora el relog marca todo bien y volver a comenzar

    besos y sueños

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  2. Es duro trabajar con compañeros que son extraños y despedirse de ellos de manera invisible.
    Pero cuando un reloj comienza su cuenta atrás, otro inicia su marcha. Al menos no sentirás añoranza.

    Besos

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  3. Bueno, pues sin lastre te irás sin menos peso...Ellos se perdieron conocerte...

    Besos

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  4. Vendemos tiempo y sudor por trocitos de metal. Es un trueque, nada ha cambiado.
    La fidelidad no se gana con esa transferencia, se hace de otra manera, más humana. Si te son extraños, si les eres extraña es que conviene darle vuelta a ese reloj.
    Besos.

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  5. he podido ver eso de los compañeros que ponen una cara y cuando te vas ni te dicen nada es triste pero vivimos una vida como hoy digo de soledad urbana. un fuerte abrazo

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  6. ... a veces es increíble que, aún después de siete años viendote las caras todos los putos días, con ciertas personas no te una absolutamente nada. Cómo es posible que a veces seamos tan diferentes, tan cerrados en nosotros mismos o tan incompatibles. Lo digo porque a mí también me ocurre, y la verdad, no deja de asombrarme.

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  7. A pesar de que fueron varios años, no mires atrás, ya está, ahora para adelante, lo que vendrá, con todo el ánimo y sabiendo que será lo mejor. Feliz Navidad! un abrazo.

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  8. ¿Y en esa última cena no hubo ningún Judas? Pues aún tuviste suerte...esos besos, sí que no se olvidan, el resto... a la papelera del corazón y.."pa lante"
    Ánimo.

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  9. Acabo de ponerme al día de tus escritos, cambios, terremotos y despedidas, ¿Se avecina una nueva vida?
    Besitos, por cierto y ya que el juego de Bito se prolonga, sólo decirte que me tocó imitarte, espero que te haya gustado, lo hice lo mejor que supe. Un beso.

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  10. Triste pero necesario un adiós de esos, seguro que al salir respiraste mejor. Un besote.

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  11. Con lo que nunca se ha querido lo mejor que se puede hacer con ello es olvidarlo lo más rápidamente posible; que así sea.

    Abrazos

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  12. de casi todo se saca una conclusión: ese adios no te cuesta esfuerzo...
    ha sido sembrado con el granito de indiferencia diaria..

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  13. Es dificil...llamar más que compañeros a personas que se vuelve irremediablemente desconocidos.

    Bikos mil!

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  14. Lo mejor de salir de un mal sitio es que es más fácil cambiar a mejor.
    Suerte, en eso, y en lo demás.

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  15. Hay veces que al atravesar una puerta, directamente abrimos otra

    A la esperanza...

    Un beso

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