10.2.06

Morimos

Nacemos y el reloj de péndulo comienza a marcar el ritmo de nuestra existencia. Todos nuestros pasos se encaminan inevitablemente hacia ese precipicio que es la muerte. Somos ríos que vimos la luz del día entre las faldas de las montañas y crecimos mientras surcábamos llanuras. Ahora vivimos la etapa final. Vemos el mar esperándonos con los brazos abiertos y empezamos a repasar lo que ha sido nuestra vida.

Recordamos los tiernos juegos de nuestra infancia, nuestros primeros besos de adolescentes, y aquel primer trabajo que nos abrió la puerta de los adultos.

Nadie nos dijo que nuestros pasos quedaban grabados en el camino, que algunas de nuestras palabras fueron tesoros que se guardaron en alguna memoria y otras fueron certeras balas que lastimaron corazones. Nadie nos enseño a decir lo que sentíamos sin sonrojarnos, ni a caminar por la noche sin miedo a la oscuridad.

Todos hablaban de la muerte como una pesadilla de la que no despertaremos, como esa soledad eterna. Siempre envidie la serenidad que emanan las pupilas grisáceas de los ancianos que la esperan como si fuese un invitado que viene a casa.

Algunos creen que hay otra vida después. Yo creo que tuve varias en ésta, que morí cuando las ilusiones me faltaron y renací cuando la esperanza se coló por mi ventana. Alguien dijo que sólo morimos cuando los demás dejan de pensarnos…

18 comentarios:

  1. A veces en vida... cuerpos, a veces en muerte... vivos recuerdos.
    Besos! Triste pero real...

    ResponderEliminar
  2. Holaa ideas;)) te he invitado a un juego, por si te apetece hacerlo, sin ningún compromiso eh?
    Buen finde!!y besitos

    ResponderEliminar
  3. De un tiempo hasta parte
    la palabra muerte
    ha dejado de tener significado en mí.
    He traspasado los límites del tiempo.
    Muy bueno como siempre.

    ResponderEliminar
  4. No creo que la muerte, en sí, sea triste. Sólo la ausencia que dejamos lo es. Lo demás no es nada.
    Y estoy contigo, en que hay resucitar en vida cada que vez que nos matan la esperanza.
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Pero los que están tocados por el dedo de los dioses, y son capaces de sentir, reflexionar y escribir, esos son como aves FÉNIX. Tras consumirse en las llamas de los silencios crueles o las palabras que tiznan, resurgen de sus propias cenizas más luminosos, más puros, más fuertes y con alas más poderosas para volar más alto.
    Y tú, querida amiga, perteneces a esa raza de seres luminosos.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Dicen que lo único seguro en la vida es la certeza de la muerte...tu la desgranas llena de dulzura...

    Mil bikos y buen fin de semana!

    ResponderEliminar
  7. Cada vez estoy más convencida de que nos morimos y ya está. Es como entender que te mueres y se acaba. Duele ver morir a los que quieres, pero creo que si vivo la vida intensamente, disfrutándola a cada instante, no me dolerá morir cuando me toque, porque ya habré vivido lo que me toca y sé que una parte de mí se quedará en los que piensan en mí.
    Besos

    ResponderEliminar
  8. La muerte. Nunca me ha dado miedo la muerte, no me pasa como a otras personas que no quieren oir ni ver nada que se la recuerde. No, siempre he sabido que llegará un día. Pero ahora, desde hace unos años, desde mi enfermdad, si que tengo miedo de una cosa. Tengo miedo de la manera de morir.

    Besos muchos

    ResponderEliminar
  9. Hay muchas formas de morir sin hacerlo de verdad... pero prefiero no pensar en ello ahora, la vida está por delante...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Y esperar a la muerte que no es muerte
    e irte con la Vida

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Siempre he pensando que es tan vital tener conciencia de la vida como de la muerte.

    No es tan importante pensar si hubo algo antes o si habrá algo después, sino el saber que lo verdaderamente importante es la vida que tenemos ahora. Morimos cuando dejamos de saborear la vida a cada instante.

    ResponderEliminar
  12. Hola, estoy de vuelta. ¿Qué puedo decirte? Tu conoces mi fe en Cristo y que creo en la vida eterna. La muerte para mí es algo inevitable. En algún momento nos llega a todos. El paquete viene así, la vida y la muerte vienen de la mano.El destino depende de nosotros. Nosotros nos lo trazamos y cosechamos lo sembrado... casi siempre.Pero también estoy de acuerdo que al crecer, al madurar y en el diario caminar morimos y renacemos constantemente, mutando, en Dios quiera, una persona mejor. Yo creí morir pero estoy bien vivo. Un besote.

    ResponderEliminar
  13. Todos morimos un poco cada día, y a la vez renacemos también un poco en los otros, en lo que nos rodea...
    La muerte no me asusta, como dice algún comentarista, me asusta la forma de morir y me asusta tanto o más pensar que todo se acaba aquí, que después no hay nada...¡qué desesperación! ¿no?...algunos venir sólo a penar para después nada, eso sería injusto.
    Besos.

    ResponderEliminar
  14. Nadie nos enseñó cómo vivir y nadie nos ha enseñado cómo debemos aceptar que todo tiene un fin, que todo se acaba.

    BesoS

    ResponderEliminar
  15. La muerte es sin duda lo más cierto de la vida y a mi me parece mucho más dura la ajena que la propia. Te ha quedado precioso el post, como todos los anteriores. Enhorabuena por ellos.

    ResponderEliminar
  16. Y así es, los que no están seguirán viviendo mientras nosotros vivamos...Les daremos vida con nuestros recuerdos...

    ResponderEliminar
  17. hay muchas formas de vivir y de morir, muchas de afrontar la muerte, que no entenderla...
    yo espero no morir antes de haber dejado de vivir...por eso intento disfrutar todo, en todo momento, y hacer disfrutar a los demás siempre.
    Besos

    ResponderEliminar
  18. Lo desconocido es temido
    por eso tememos a lo que hay detrás de la vida no?
    BEsitos.
    Pd: Me encantan tus post.

    ResponderEliminar