Nacemos y al cortar el cordón umbilical alguien pulsa el botón de reset de nuestra memoria. Por eso lloramos. Nos sentimos desnudos sin nuestros recuerdos, inválidos en un mundo desconocido. Miramos con ojos de búho, para ir almacenando cosas como aquél que lo ha perdido todo.
Y seguimos día tras día, observando y guardando vivencias, rellenando las hojas en blanco de esa libreta que algunos llaman memoria.
Crecemos y la vida nos zarandea como si fuésemos barcos en mitad de una tormenta. Todo parece irse registrando como el tiempo en nuestra piel.
Alguien dijo que lo realmente importante en la vida es aquello que no perderíamos en un naufragio, lo que no ocupa sitio en nuestros bolsillos, ni pesa sobre nuestros hombros.
Recordamos y volvemos a vivir con la distancia que da el tiempo, instantes que un día fueron nuestro presente. Los años endulzan los recuerdos; ponen mercromina sobre viejas heridas.
Algunos creemos que somos la suma de nuestros sueños y de nuestros recuerdos, que lo vivido es el suelo donde apoyamos la escalera para alcanzar nuestras ilusiones. Unos quieren olvidar, y otros nos esforzamos por mantener vigentes aquellos momentos que seguirán siendo eternos.
A veces, abrimos de nuevo ese cofre donde custodiamos lo que queremos resguardar del olvido: aquellos paisajes de nuestra niñez, nuestro primer día de colegio, una mirada, un beso, una voz, el último “te quiero”… Son perlas que vamos añadiendo a nuestro collar de recuerdos, cuentas de un rosario que se acaricia mientras la mirada se pierde en el infinito, y nuestros pensamientos vuelan lejos.
¡Recuerdos! Para algunos un lastre que arrastran; para otros, gotas de nuestro perfume más querido, pepitas de oro en nuestras manos, polvos de magia en muestra memoria… ¿Qué seríamos sin nuestros recuerdos?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Recordamos.... y con tanto recuerdo nos estamos perdiendo el disfrute de presente.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, recordar, recordarnos y reinventarnos a cada instante también ayuda a construir futuro, gozando del presente.
ResponderEliminarUn abrazo entrañable.
Hannah
Vaya, que casi me has dejado sin palabras con la última estrofa de tu post.. Está preciosísima sobre todo eso de "para algunos un lastre que arrastran, para otros gotas de nuestro perfume más querido..."
ResponderEliminarSabes, no sé de dónde o cómo has sacado la genial idea de escribir así, por cada verbo y relacionarlo tan estrechamente con la vida, pero es algo excepcional. Te felicito, de todo corazón...
Un abrazo,
No está mal recordar, los recuerdos forman parte de nuestra vida, han sido presente en algún momento y aunque a veces sea bueno olvidar, también es bueno tenerlos en cuenta. Están ahí y cualquier resorte, en cualquier momento los puede volver a traer a nuestra memoria.
ResponderEliminarBesoS
Recordar es vivir dicen....yo creo que el recuerdo nos mantiene muchas veces con los pies en la tierra, son cosas vividas de las que siempre aprendemos....tus textos geniales y llenos de sentimiento.
ResponderEliminarMil bikos.
Por suerte, ejercitamos un mecanismo de defensa que consiste en recordar con más facilidad lo bueno que lo malo. Aunque haya momentos en que sea al revés, no dejan de ser sólo momentos.
ResponderEliminarUn beso¡
Para mí lo verdaderamente importante son los recuerdos, sin ellos no soy yo, ellos constituyen mi historia, sin ellos "no existo".
ResponderEliminarBesos.
y nuestra memoria se vuelve selectiva y guarda sólo aquello que (aún sin saberlo) necesitamos recordar...
ResponderEliminarun abrazo grande, ideas
Sí son fundamentales los recuerdos y la capacidad de cuidarlos, tan necesarios como tener la capacidad de olvidar. Un besote.
ResponderEliminarHace unos meses fui a una conferencia sobre regresiones, fue muy interesante y la mayoría tuvimos experiencias, cuanto menos extrañas, de otras vidas y otras muertes, en fin es algo que se debería experimentar, sea cierto o sólo una ilusión. Brian Weiss es un estudioso del tema(siquiatra)
ResponderEliminarBesitos
Eso siempre me lo he preguntado, ¿que haría yo sin ellos?.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y tus ánimos, tus consuelos y tus apoyos.
Un beso muy grande.
Nada, no seríamos nada, absolutamente idos de la realidad, sin nuestros recuerdos no se evoca nada. Bello, profundo, cercano.
ResponderEliminarNo seríamos nada... Es como un árbol sin raíces, está seco, sin frutos y sin vida :(
ResponderEliminarSaludos!
;o)
Es fantástica esta forma de expresarte que has encontrado. Saca de ti cosas muy profundas y hermosas. Enhorabuena por encontrar tu voz propia y única.
ResponderEliminarUn beso
¿Osea que es aquí dónde andas? vaya, me alegra saber que no has cerrado...
ResponderEliminarInteresante como siempre, aunque me ha gustado especialmente lo del boton de reset...jejeje
ResponderEliminarSi consiguieramos integrar nuestras vivencias, es posible que ya no necesitáramos de nuestros recuerdos... o tal vez sí..
ResponderEliminarUn besito y gracias por la reflexión
No seriamos nosotros sin la carga de nuestros recuerdos. Los buenos, los malos, todos cumplen su misión en la memoria. La de alegranos al evocar los bellos y la de no volver a caer en lo mismo al evocar los malos. Sólo hay un problema...el ser humano tropieza dos veces con la misma piedra y yo diria que más de dos y de tres...
ResponderEliminarBesos muchos
No seríamos nada. Me recuerda a un libro que leí hace poco, Memorias de un río: En él había unos personajes que no tenían recuerdos, que cada vez que alguien les contaba algo lo olvidaban al instante. Para los que les rodeaban era agotador poderlos seguir, porque cada momento era siempre nuevo. O sea que la novedad no era tan maravillosa al fin y al cabo.
ResponderEliminarAl final la vida es una mezcla de recuerdos y novedadese a los que hay que saber sacarles un punto medio.
Besos
No se que es lo que seriamos sin los recuerdos. Talvez no tendríamos futuro y viviríamos en un espacio de tiempo indefinido y sin crecimiento.
ResponderEliminarPero hay un espacio entre el no querer recordar y el querer vivir en un recuerdo o hallarnos nuevamente en esa situación y no abandonarla nunca. Es un espacio muy pequeño existente entre el querer y el no querer. Es tan pero tan pequeño que parece irreal. Pero existe... Yo lo conozco.
Sin los recuerdos no seríamos nada, son parte de nosotros, una parte importante.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay cosas que uno desearía poder olvidar, y otras sin embargo se pierden en la memoria pese a que desearíamos poder recordarlas siempre...
ResponderEliminarimposible olvidar el recuerdo del ayer...pues se hace presente en cada suspiro.
ResponderEliminarBesos
Recuerdos, recuerdos son. No hay que anclarse en los recuerdos para poder mirar al futuro viviendo el presente.
ResponderEliminarsaludos
robert