Nacemos y empezamos a perseguir héroes. Aquellas inocentes miradas buscaban alguien a quien admirar y colocar en un pedestal; alguien que fuese invencible y les respondiese a los cientos de preguntas que se agolpaban en su curiosa cabeza. Necesitábamos un modelo en el cual nos pudiésemos ver reflejados pasado el tiempo. Nuestros héroes fueron cambiando según fuimos creciendo. Fueron muñecos de nieve que se deshicieron con los primeros rayos de sol. Bajaron del podio en el que les habíamos puesto, y empezamos a mirarlos de frente.
Aprendimos que sus palabras no son leyes, y que su opinión era tan válida como la nuestra. Dejaron de ser invencibles y descubrimos que cometían errores. Vimos lágrimas de dolor recorriendo sus mejillas y, otras veces, el brillo de la felicidad en sus ojos. La primavera de nuestra adolescencia les mostró más humanos.
La historia pareció rescribirse y dejamos que el caballero que tantas veces nos rescató se apease de su caballo y se quitase esa armadura que sólo existió en nuestra imaginación.
Hemos crecido, pero seguimos admirando a seres y cosas que tienen algo que les hace brillar con luz propia. A veces ni siquiera encontramos esas palabras que definan las extraordinarias sensaciones que nos producen. La naturaleza nos sorprende cada instante. Las personas también. Pero sorprender no siempre es admirar.
Algunos admiramos la sencillez de las cosas. A los a los que luchan y persiguen sus sueños. A aquellos que aman su historia y sus orígenes. A los que pintan con las manos y las palabras. A los que nos enseñan cuando hablan o cuando nos acompañan en silencio. A los que se dejan seducir por la vida...
y ver que nuestros héroes son de carne y hueso, que sienten como nosotros nos hace darnos cuenta de que en algun momento quizás seamos héroes también...
ResponderEliminaradmiro cada una de las palabras que dejas en este rincón, como las hilas y les das sentido, como las haces tan especiales...
besitos guapa!
"Algunos admiramos la sencillez de las cosas. A los a los que luchan y persiguen sus sueños. A aquellos que aman su historia y sus orígenes. A los que pintan con las manos y las palabras. A los que nos enseñan cuando hablan o cuando nos acompañan en silencio. A los que se dejan seducir por la vida..." Me agrada sobremanera este final, creo que me cuento entre estos algunos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hannah
Sentimos admiración por quienes nos brindan un impulso en el alma para seguir adelante.
ResponderEliminarMil bikiños.
Hola Ideas :)
ResponderEliminarCada día busco alguien a quien admirar... Desde siempre mis heroes preferidos han sido mis papás, a pesar de mi edad sigo pensando que a su lado nada me puede pasar ;)
Luego admiro a ese alguien que me impulsa a ser mejor, que su experiencia me dice que aún hay mucho por hacer y aprender. Que un día puedo ser igual o mejor que él/ella :)
Que bonitas flores.
;o)
Me gusta la palabra...pero me gusta más cuando la descomponemos:
ResponderEliminarad-miramos... miramos "con", "al lado de" , compartimos lo que ven los ojos y consensuamos lo que llega al corazón.
besos.
Debo unirme a hannah. Es un final exquisito. Hermoso.
ResponderEliminar"Algunos admiramos la sencillez de las cosas. A los a los que luchan y persiguen sus sueños. A aquellos que aman su historia y sus orígenes. A los que pintan con las manos y las palabras. A los que nos enseñan cuando hablan o cuando nos acompañan en silencio. A los que se dejan seducir por la vida..."
Nuestra capacidad para admirarnos conserva nuestro lado "niño". Ese que nunca debería abandonarnos.
ResponderEliminarPrecioso, Ideas.
Un besito
Espero que no se te acaben nunca los verbos para que nos sigas haciendo disfrutar con ellos.
ResponderEliminarYo ahora soy un héroe para mi hijo. En algún momento de su vida, caeré de su pedestal. Espero que mis errores no le hagan alejarse de mí, lo espero pero mientras tanto he de pelear por qué sus sueños suban al cielo y consiga lo que anhela. Aunque en bastantes ocasiones soy muy dura con él.
ResponderEliminarEspero que valga para que sea fuerte y sepa lo que quiere.
Besos
Si fuéramos conscientes de que cada uno de nosotros somos seres únicos, irrepetibles, nos quedaríamos admirados de nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo
mmm,es bueno saber que nuestros héroes se parecen a nosotros, que lloran y se equivocan como nosotros, así nos sentimos con más esperanza de poder alcanzarlos, de seguir su modelo. Un beso ;))
ResponderEliminarIdeas, bello,hemosos tus escritos
ResponderEliminarDuke
la belleza de la simpleza...
ResponderEliminarla admiración por esas cosas tan sencillas...
muy lindo post!!!
Quizás admiramos lo que queremos llegar a ser, tal vez lo que sabemos que nunca podremos ser...
ResponderEliminarPero me quedó con admirar las cosas sencillas, los pequeños detalles, aquellas pequeñas cosas...
Un saludo
Cuando crecemos es cuando de verdad comprendemos el verdadero sentido de la heroicidad.
ResponderEliminarEs cuando de verdad admiramos de corazón.
Un abrazo
Bien es verdad que a veces erramos en nuestras admiraciones. Pero cuando admiramos lo hacemos con el alma limpia y el problema de desencantarnos es del desencantador, no nuestro.
ResponderEliminarBesos muchos
Vaya.. cada vez te salen más bonitos y profundos estos escritos... En serio, casi qeu luego podrías publicar un libro ...
ResponderEliminarY es totalmetne cierto...
Un abrazo...
"Bajaron del podio en el que les habíamos puesto, y empezamos a mirarlos de frente."
ResponderEliminar¿no será que somos nosotros quiénes a veces nos subimos al podio para poder mirarlos de frente y sentir lo que es mirar hacia abajo?
Besos.
si es sencillo es perfecto,si son palabras con sentimientos nos acercan...desde la admiracion de la nave sin rumbo a veces,otras cargada de certezas,me gusto tu visita.
ResponderEliminarGracias,Suz.
Acabo de descubrir tu blog, y la verdad es que me ha sorprendido. Me gusta tu sencillez a la hora de escribir, y a la vez, la forma como nos haces pensar. Besos, volveré por aquí!
ResponderEliminar