Nacemos y comenzamos a escribir nuestra historia. Recorremos kilómetros a veces por inercia y otras con un destino definido. A ratos nos sentimos como mulas que dibujan círculos mientras hacen girar la noria. Damos vueltas y vueltas como si fuésemos una peonza, con la mirada fija en el suelo porque los miedos y la desidia no nos dejan levantarla.
Somos prisioneros en nuestra propia vida. Hemos ido construyendo nuestra celda con barrotes de orgullo, deseos moribundos y cobardías. Dejamos que nuestras alas se entumeciesen y olvidamos que hubo un tiempo en el que pudimos volar. Ahora también, pero el dolor de extender las alas y alzar el vuelo amordaza nuestras esperanzas de cambio.
Buscamos un lugar donde sentir nuestra desnudez sin miedo, donde poder hablar frente a frente con nuestra conciencia y con nuestros desasosiegos. Necesitamos refrescar nuestra memoria y nuestra alma con aquel agua que un día calmó nuestra sed, y nos dió coraje para enfrentarnos al mundo con sólo nuestra piel como armadura.
Regresamos en busca de ese manantial, como todo asesino regresa al lugar donde cometió el crimen. Vamos al encuentro de un refugio donde lamer las heridas que nos ha dado la vida. Olvidamos que para encontrar el descanso y la tranquilidad que ofrece el silencio hay que descalzarse en la entrada, y retirar el pañuelo que nos encadena a nuestros miedos...
Y si ese manantial o refugio lo encontramos, no al fianl, sino al principio de nuestro caminar solos por el mundo, pues mucho mejor, ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo
Somos prisioneros de nuestra propia vida, de nuestros miedos, nuestras inseguridades y carencias.
ResponderEliminarRegresamos una y otra vez al único lugar que nos parece más cálido, aunque sólo sea un espejismo, pero al menos ahí encontramos nuestro pequeño refugio.
¿Salir de él? ¿para qué? ya lo hicimos y volvimos con las alas rotas y demasiadas heridas en el alma.
Al principio iba a decirte que me habías dejado sin palabras, pero como ves no ha sido así. Simplemente has sabido describir muy bien... alguna vida...
BesoS y gracias por saber explicar lo que yo no hubiera sabido hacer.
Regresar, para tomar conciencia de lo vivido, y quizás, librarnos de la prisión de todo lo que se dá por hecho.
ResponderEliminarun beso
Estuve tanto tiempo atado a la noria... y nunca aprendí el porque.
ResponderEliminarCamine un trecho permitiendo que me despojen de mi armadura y a pesar de las heridas en mi piel no sé si borrase alguna de ellas si pudiera. Hoy me costaría mucho quitarme la armadura y brindarme en desnudez. ¿Cuánto es del costar y cuanto del no querer? No sé. Lo que viví me ayudo a crecer y aprender... y también a sufrir... y a valorar mas aun una sonrisa. Talvez no haya que volver al manantial. Talvez solo caminamos a su lado, en la orilla...
Un beso enorme, enorme. El más grande que hayas recibido jamás.
"Recorremos kilómetros a veces por inercia" La gran mayoría de las personas, la gran mayoría de las veces. La inercia es uno de los motores del mundo.
ResponderEliminarSobre la foto, sobre el lugar de la foto, te diré que es actualmente mi fondo de escritorio y que nadar, hace unos meses, en las aguas de esa laguna fue una experienca preciosa.
Besos
regresamos...porque aquello que conocemos no nos da tanto miedo, porque lo pasado es vivido y sobrevivido, y eso, da confianza.
ResponderEliminarBesos y reencuentros.
siempre recorremos mucho buscando lo que a veces esta al lado de nosotros.
ResponderEliminarla vida es un ir y venir...y nuestra alma siempre quiere volar mas alto.
gracias por tus saludos en Sucesos, yo creo que nunca se deja de ser niña/mujer y mujer/niña
mi abrazo y que malana tengas un bello dia.
besos y sueños
Absolutamente de acuerdo contigo: HAY QUE DESCALZARSE DE LOS MIEDOS Y ROMPER LAS CADENAS QUE ATAN PARA PODER REENCONTRARSE CON UN@ MISM@-
ResponderEliminarAbrazos.
Y a veces, además de descalzarse, hay que lavarse los pies con agua de las alondras.
ResponderEliminarsomos prisioneros de nuestra propia vida, cuanta verdad encierran esas palabras.
ResponderEliminarBesitos
Yo también regreso una y otra vez a leerte;) también como white pienso que hay mucha verdad encerrada en este texto,
ResponderEliminarbesitos ideas
El solaz del reencuentro con las raíces.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola ideas ... ese pañuelo tiene un nudo que nunca se acaba de soltar , nos ata a la vida a pesar de todo . a veces , en la vida , a falta de otra cosa , sólo nos queda el miedo.
ResponderEliminarMagnífico post.
Un beso.
Regresamos.
ResponderEliminarRegreso, amiga Ideas.
Contenta de poder volver a leeros. A leerte.
Contenta de volver aquí a libar de tus reflexiones.
Un beso