Nacemos y comenzamos a vivir este sueño. Nuestros primeros paseos fueron entre nubes de algodón y estrellas que nos llevaban a Oriente. Estuvimos acompañados por hadas y durmientes que se refugiaban en castillos encantados esperando un príncipe con un zapato de cristal. Los animales hablaban y la magia convertía calabazas en carrozas en las tardes de lluvia. Las desdichas se sucedían hasta que la felicidad eterna escribía con letras doradas el “colorín colorado, este cuento se ha acabado”
Crecimos y dejamos de la realidad inundase nuestras horas. Arrinconamos la imaginación y los sueños como si fuesen juguetes viejos. Dejamos de volar cometas por miedo que el viento nos arrastrase tras ellas, y al caer nuestras rodillas se lastimasen. Regresamos a la playa pero dejamos el cubo y la pala en casa para que nadie nos llame locos.
Dicen que el mundo está en las manos de los que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus ilusiones. Algunos nos pasamos la vida persiguiendo nuestros sueños como si fuesen mariposas en un jardín en primavera. El camino a recorrer no es fácil. Soñar no es gratis, a menudo cuesta grandes desilusiones.
Alguien nos confesó que la esperanza es el sueño de los que están despiertos, el colorete de la vida.
La realidad es la catarata que nubla la mirada de los soñadores, el barro en la vereda que recorren, la flor mustia en un ramo recién cortado, una pesadilla en mitad de la noche…
Algunos olvidaron que vivir es soñar, y que mientras soñamos vivimos. Nuestros sueños son nuestra meta, la imaginación nuestro transporte... y la realidad, el punto de partida…
Crecimos y dejamos de la realidad inundase nuestras horas. Arrinconamos la imaginación y los sueños como si fuesen juguetes viejos. Dejamos de volar cometas por miedo que el viento nos arrastrase tras ellas, y al caer nuestras rodillas se lastimasen. Regresamos a la playa pero dejamos el cubo y la pala en casa para que nadie nos llame locos.Dicen que el mundo está en las manos de los que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus ilusiones. Algunos nos pasamos la vida persiguiendo nuestros sueños como si fuesen mariposas en un jardín en primavera. El camino a recorrer no es fácil. Soñar no es gratis, a menudo cuesta grandes desilusiones.
Alguien nos confesó que la esperanza es el sueño de los que están despiertos, el colorete de la vida.
La realidad es la catarata que nubla la mirada de los soñadores, el barro en la vereda que recorren, la flor mustia en un ramo recién cortado, una pesadilla en mitad de la noche…
Algunos olvidaron que vivir es soñar, y que mientras soñamos vivimos. Nuestros sueños son nuestra meta, la imaginación nuestro transporte... y la realidad, el punto de partida…
A mi también me ha venido muy bien leerte...
ResponderEliminarbesos!
Seguro que quien ideó este "tinglao" no nos puso aquí para soñar, sino para vivir la realidad que el creó; una realidad, bonita agradable, no la que nosotros nos vamos fabricando.
ResponderEliminarUn abrazo
y al crecer dejamos los sueños convertidos en desesperanzas porque no tenemos la suficiente paciencia ni el suficiente coraje para agarrarlos y hacerlos anidar cerca de uno.Yo no quiero crecer
ResponderEliminarY es que soñar...es lo que nos mantiene el alma en vivo!
ResponderEliminarMil bikos ;)
Sin sueños seríamos seres huecos...
ResponderEliminarLo verdaderamente complicado nos resula a veces distinguir lo uno de lo otro, porque hay sueños tan reales que nos hacen estremecer, y vivencias tan en sueños, que nos confunden.
ResponderEliminarLo importante siempre es distinguir lo uno de lo otro.
Soñar, soñar, pero haciéndolos proyectos y a éstos realidades.
ResponderEliminarEs bueno soñar, mucho mejor, vivir en la casa que con ellos armamos.
Total, el deseo jamás se satisface y siempre tendremos material para nuevos sueños
Saludos
Como dijo Calderón de la Barca: "Los sueños, sueños son", y aunque dicen que "de ilusión también se vive", yo soy de los que piensa que soñar está muy bien de vez en cuando, pero hay que ser capaz de perseguir esos sueños y convertirlos, al menos algunos, en realidades. Si sólo se sueña, no se vive.
ResponderEliminarComo globos que se elevan al viento y entre los dedos se nos escurre la cuerda que los mantiene junto a nosotros.
ResponderEliminarBesoS
Si me quitaran los sueños, me arrancarían la parte de mi mundo que todavía cree que la vida es algo más que caminar hacia delante.
ResponderEliminarPor eso sigo teniendo alma de niña, porque sin ella, estaría completamente perdida en una realidad que estoy convencida que acabaría por absorberme...
Soñamos despiertos y soñamos dormidos... sin sueños no hay vida.
ResponderEliminarBesosss!
Sería lindo despertar de un largo sueño y encontrarnos todavía siendo niños. Muy lindo tu post. ¿Me animare a soñar y volar un poquito con mis ilusiones, fantasias y mis sueños? Por lo menos tus palabras me alientas para hacerlo.
ResponderEliminarTe dejo un besote y gracias por ser nuevamente la primera que visita mi nuevo blog. Los post anteriores y los comentarios que encontraste los mude conmigo. Siempre eres bienvenida y tienes un lugar a mi lado para la mateada. Besos con el corazón.
Soñar...soñar...soñar,
ResponderEliminarpara poder estar vivos,
soñar despiertos
para vivir los sueños,
mezclar los sueños
con la realidad,
hacer la realidad
de ensueño.
Disfruto leyéndote.
Abrazos.
a vida sem sonhos não faz sentido
ResponderEliminarbeijos
La vida si que seria verdaderamente gris si no contásemos con nuestros sueños. Creo que en el momento de que se renuncia a ellos se comienza a morir, así como en el momento en que los cultivas la vida te da otra oportunidad de disfrutarla.
ResponderEliminarBesos muchos
Los sueños son muy significativos, cuando son sueños de la noche, y siempre nos dicen algo, solo que a veces no sabemos de que se trata. Los sueños despiertos, tambien son maravillosos ...
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