14.10.05

Vuelve a sonar por enésima vez su voz ronca. Es la banda sonora que me acompaña en estos días de otoño, que acaricia el alma e invade el silencio. Derrotada de tantas batallas inútiles, sintiéndome un quijote, dividiendo la vida y el alma en dos, la noche me arropa con su manta de estrellas. Me enredo en el hilo que sujeta los sentidos, que pone los sentimientos a flor de piel. Ser sensible es caminar por la hoja de una espada. Deshojar una flor que te hace tocar el cielo, o te empuja al infierno.

Escucha…

me quedo con el roce de tus manos
me quedo con el borde de tus labios
me quedo con el sol de tu sonrisa
me quedo con el mar de tus caricias
que nadie me acaricia como tu,
dime, ¿con qué te quedas tú?

No hay comentarios:

Publicar un comentario